Fotografia de la Edición Impresa

El Barcelona no solamente ganó, sino que lo hizo ante uno de sus mayores rivales; no solo goleó, sino que lo hizo con estilo, con dianas espectaculares, así de sencillo. La escuadra blaugrana se presentó de rosa en el Estadio RCDE y pasó por encima del Espanyol en el Derbi de Cataluña por 4-0.

El conjunto “Culé” empezó el festín muy temprano. A los 17′, Lionel Messi cobró un tiro libre como solo el astro blaugrana sabe hacerlo: al ángulo, dirección exquisita, velocidad apabullante, suficiente para vencer al portero Diego López y darle la ventaja a un Barcelona que sería una aplanadora el resto del encuentro.

El propio Messi hizo una jugada espectacular, en la que sobrevivió a patadas y faltas para ceder el balón a Ousmane Dembelé quien recortó en el área y sacó tiro cruzado para firmar el segundo golazo del encuentro a los 26′.

Turno para el uruguayo Luis Suárez, quien después de una proyección de Ousmane Dembelé, corrió hasta línea de fondo y, a pesar del ángulo nulo, sacó un tiro que contó con la colaboración del guardameta López para que el balón acabara por filtrarse a la meta en lo que ya era oficialmente una goleada (Ernesto Valverde sacó a Suárez en el segundo tiempo y Munir ocupó su lugar).

Ya en el complemento, el concierto continuó. Lionel Messi otra vez acomodó la pelota desde lejos de la meta, incluso con distancia a considerar respecto al área. El argentino no dudó en disparar bajo los tres palos, hizo volar a López infructuosamente de nueva cuenta para firmar doblete y otra hermosa anotación.

El Barcelona llega a 31 puntos en lo más alto de la tabla en la Liga de España para desprenderse 3 unidades del Sevilla y el Atlético de Madrid, sus perseguidores.