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El Chelsea superó al Southampton (2-0) en una gran segunda parte con goles de Giroud y Morata y se medirá en la final, el 19 de mayo, al Manchester United de Jose Mourinho, que ayer eliminó al Tottenham (2-1)

El Chelsea dejó en la cuneta al Southhampton, decimoctavo clasificado de la Premier, gracias a la maravillosa segunda mitad que cuajó su gran estrella. Eden Hazard se echó al equipo a la espalda después de una primera parte plomiza y en el primer minuto de la reanudación asistió (con algo de fortuna) a Giroud para poner el 1-0. La maniobra del francés en el área tuvo mucho mérito, pues se deshizo de dos defensas y del portero con un gran slalom en muy poco espacio.

Exhibición muy belga

A partir del gol, el Chelsea cedió el balón para poder matar al contragolpe y ahí emergió la figura imperial de Hazard, que hizo pedazos al Southampton en una segunda mitad para el recuerdo.

Apareció por todos lados, tanto atrás como arriba y fue indetectable para la zaga Saint, incapaz de echarle el lazo si no era con faltas.

Hasta tres amarillas provocó en apenas 15 minutos por faltas de Romeu, Lemina y Hoedt.

El Southampton no le perdió la cara al partido y pudo empatar en una acción polémica en la que el árbitro pitó una falta muy dudosa a Caballero, a quien se le escurrió el balón y no quedó muy claro si lo introdujo en su propia portería.

Morata, al minuto de entrar en sustitución de Giroud, puso el 2-0 con un gran testarazo después de un centro preciso de Azpilicueta desde el flanco derecho.

El Chelsea alcanza su segunda final en dos años y buscará redimirse ante el United de la derrota contra el Arsenal de la temporada pasada (2-1).

Con Hazard a este nivel, no se ve un reto imposible para el Chelsea.