Jugadores del Cruz Azul festejan la anotación de Milton Caraglio contra Rayados

Sufrido, como un guión de película, pero con toda la confianza y los argumentos que lo hicieron líder general durante la campaña regular, Cruz Azul será anfitrión en la Final del Apertura 2018 al imponerse a los Rayados de Monterrey.

El equipo celeste tuvo una “ayudadita” del VAR en el juego de vuelta de la Semifinales gracias a que marcó el 1-0 frente al Monterrey; con un global de 1-1 logró el derecho para jugar por el título gracias a su posición en la Tabla General de la Liga.

El gol fue de Milton Caraglio, pero no habría sido concedido de no ser porque la tecnología favoreció a los cementeros cuando se había decretado un fuera de lugar. El videoarbitraje corrigió al segundo asistente, Marcos Quintero, y fue suficiente para marcar la diferencia en la pizarra.

Antes de eso, fueron 50 minutos de pura tensión en el Estadio Azteca donde la estrategia de Rayados rendía frutos, Cruz Azul no encontraba el gol, y en la tribuna apenas había algunos cánticos de apoyo.

En el área de los técnicos, el entrenador Pedro Caixinha corría por el balón para no perder tiempo al minuto 11 y pedía orden al 43’, para no perder la cabeza sabiendo que solo necesitaban un tanto.

Parecía que todo se venía abajo como cada semestre desde hacía 21 años, cuando ayer Caraglio falló un penal.

Pero la Máquina no estaba vencida. Apelando a su fortaleza de invicto como local donde ganaron ocho juegos con solo dos empates se recuperaron y lograron la jugada del gol, lo que necesitaban para alcanzar el objetivo.

Era el 54’ de tiempo transcurrido y Aldrete disparó de larga distancia que fue rechazado por Barovero, atento a toda la jugada, Caraglio remató a gol, pero se marcó fuera de lugar. Guerrero fue corregido con el VAR y todo se transformó en alegría azul.

Al 90’ Martín Cauteruccio puso a sufrir a la afición, en un contragolpe, luego de quedar mano a mano contra el arquero regio, pero voló el disparo y dejó toda la tensión hasta el último silbatazo.

“Olé, olé, yo soy celeste y es un sentimiento que no puede parar”, cantaba la afición, quienes tienen todo para volver a levantar la Copa.