La discreción y el trabajo son su principal característica, pues sin tanto ruido, el zaguero del Feirense, Antonio Briseño, se ha convertido en uno de los mejores jugadores de la Primeira Liga de Portugal, pese a ser el defensa mexicano que suma más minutos jugados, a comparación de todos los zagueros aztecas que militan en el balompié europeo, no ha logrado tener un llamado a Selección Mayor.
“A todo jugador de futbol le encantaría representar a su país y en mi caso no es la excepción, claro que me encantaría representar a mi país, ser de este nuevo proyecto.
“El corazón que tengo para representar a mi país es lo mejor que puedo aportar, dejando todo lo técnico, táctico, físico aparte, creo que las ganas de estar ahí son inmensas.”, expresó Briseño en entrevista.
Aunque es más regular que Diego Reyes, Néstor Araujo, Oswaldo Alanís, Carlos Salcedo y hasta de Héctor Moreno, el ‘Pollo’ no convenció al técnico interino del Tricolor, Ricardo Ferretti, sin embargo, no pierde la cabeza, pues sabe que en el momento menos esperado, llegará el tan anhelado llamado.
“Sé que es difícil, sé que la Selección tiene un gran nivel y por eso me estoy preparando y trabajando día a día para poder conseguir un llamado, pero sé que va a llegar en el momento preciso y entre menos lo espere y cuando llegue, va a ser mucho mejor para mi porque al final de cuentas uno trabaja”, aseguró.
Incluso, aunque su convocatoria nunca llegue, ‘Toño’ Briseño disfruta su actual etapa como líder de la mejor defensiva del futbol portugués, la del Feirense, que además con sólo tres goles en contra en siete compromisos disputados, es una de las mejores en Europa.
“Estoy trabajando, estoy jugando y al final de cuentas el que define lo que he hecho bien o mal, no soy yo, es primero el entrenador del Feirense (Nuno Santos). Yo sólo trabajo y es lo que quiero, trabajar para poder estar algún día (en Selección), si llega bueno y si no, no pasa nada, al final de cuentas uno siempre trabaja para poder estar en el mayor nivel posible”, finalizó el jugador azteca.
