La familia de A. G. M., de 15 años y señalado como presunto asesino del carnicero Luis Mena Guillermo, tiene una serie de circunstancias sociales que la hacen “severamente disfuncional” y las autoridades no tomaron cartas en el momento oportuno, dijo Miguel Pat Xuluc, líder de Despertar Ciudadano.
Por lo tanto Pat Xuluc recordó que hace unos años María Esther M. B. recuperó a su hijo del Caimede, a donde lo llevaron porque al parecer ella no lo atendía, pero luego de “demostrar su capacidad para la educación que el joven requería” se lo devolvieron.
Para ese entonces, Pat Xuluc advirtió que si las autoridades no le daban seguimiento al caso podría derivar en una descomposición familiar, lo cual sucedió con el involucramiento del menor en el homicidio.
Por otra parte Pat Xuluc, comentó que las consecuencias de esa conducta las advirtió en su momento, pues lo que requería el menor en su momento era hacer que acudiera a la escuela, darle atención psicológica o apoyarlos con programas oficiales, para evitar que continuara involucrado en situaciones irregulares.
El menor desde pequeño fue abandonado por su padre, de modo que solo contaba con la protección de la madre, pero no fue suficiente y se lo quitaron cuando estaba más pequeño.
Para mala fortuna del menor, tiene tres primos conocidos como “Los Diablitos”, señalados como narcomenudistas; uno purga una condena en el Centro de Reinserción Social, acusado de violar a una niña de 9 años que sustrajo en Tizimín hace unos años y luego la abandonó por el camino a Hunukú, comisaría de Temozón.
Pero el negocio del narcomenudeo lo continuó otro de sus primos, quien hace dos años murió en un hospital de Mérida, luego de sufrir un accidente cuando conducía una moto por el rumbo de Zaciabil.
Al no acudir a la escuela, A. G. M. se dedicó a actividades irregulares, incluso por la falta de vigilancia al parecer consumía alguna droga y le gustaba el dinero fácil.
La Policía Municipal y estatal prestaba especial atención al menor pues lo señalaban como parte de una pequeña banda de ladrones a casa habitación, lo cual siempre ha mantenido molesta a la madre, quien se quejó en varias ocasiones de hostigamiento de los uniformados y en su momento aseguró que le violaban sus derechos a su hijo.
