El joven atleta yucateco Santiago Rubio Cardeña muestra las medallas y reconocimientos que ha ganado

Santiago Rubio Cardeña, quien el mes pasado ocupó el quinto sitio en el ultramaratón Non Stop 24 Horas que se realizó en Isla Mujeres, ya se prepara para su siguiente desafío: el Ultra Trail Cerro Rojo que se correrá el 27 de abril próximo en Puebla.

El atleta, de 32 años, se prepara a diario, incluso corre todos los sábados la distancia equivalente a un maratón.

Cabe aclarar que para los ultramaratonistas, el maratón “apenas” es una carrera de 42 kilómetros.

Y es que se llama ultramaratón a las carreras que van más allá de 42 kilómetros, generalmente de 50 a 250 kilómetros. En la Non Stop de Isla Mujeres, por ejemplo, Tiago — como le dicen— corrió 141 kilómetros en 24 horas, 34 km menos que Marco Zaragoza, quien ocupó el primer lugar.

“El recorrido se hizo en un circuito de 750 metros al que había que darle vueltas hasta completar 24 horas y acumular el mayor número de kilómetros”, explica el atleta al Diario, tras señalar que el de Isla Mujeres es el único ultramaratón en la modalidad Non Stop que se corre en México.

Tiago recuerda que durante el Non Stop de Isla Mujeres azotó un frente frío que dificultó su desempeño. “Había vientos de 80 kilómetros que dificultaron; por decir, corría 100 metros y retrocedía 200 porque el viento nos empujaba, además que el viento nos tiraba el agua de mar”.

En aquella competencia participaron unos 50 corredores de varios puntos del país y naciones como Italia, Argentina y Estados Unidos, quienes también se vieron afectados por el tiempo. “Corrimos bajo lluvia por 13 horas y luego quedó la humedad y para el día siguiente había un sol intenso… El clima fue determinante, pues hubo quien sufrió de hipotermia, otros se ampollaron los pies”.

Tiago señala que durante la carrera, que se corrió sin dormir, se permitieron pausas breves, en su caso para cambio de vestimenta que quedó muy mojada por la lluvia y por un malestar que derivó en vómitos. “Había el riesgo de que me llevaran al hospital y se terminara la carrera para mí, pero me recuperé y seguimos”.

Considerado como el único ultramaratonista yucateco que ha corrido en montaña, Tiago conoció dicha carrera de fondo en 2007 cuando entre Progreso y Yucalpetén se organizó el Ultramaratón de la Fe de cien kilómetros. Él, que corre desde los 12 años y que desde 2010 participa en las carreras dominicales, se animó a probar suerte. Para ello entrenó de 12 de la noche a 6 de la mañana, lo que finalmente valió la pena al quedar en séptimo lugar.

“Aunque no me sentí satisfecho con los resultados, algo quedó en mí. Investigando por mi cuenta descubrí que los ultramaratones en pavimento casi no existen, pues la mayoría son ultra trail que consisten en recorridos de 50, 60 ó 100 kilómetros, pero en montaña”.

Fue entonces que se animó a hacer un ultra trail de Veracruz a Orizaba. A la fecha ha recorrido cinco ultramaratones profesionales, como el Ultra Trail del Águila y el Quetzal, que se corrió en Chiapas pasando por la frontera con Guatemala, y el Sky ultra en Zongolica, Veracruz, donde hubo mucho frío.

Tiago resalta que el ultra trail es un deporte muy extremo pues se corre en las alturas y en los bordes de la montaña. “En ese ultra trail me caí y tuve un esguince”. Añade que por sus misma características, en pocos lugares del país se práctica el ultramaratón. “Correr un ultramaratón es el doble de esfuerzo; por ejemplo, si correr 50 kilómetros en montaña es como si hubieras corrido 100 en pavimento”.

La dificultad aumenta porque cada corredor tiene que cargar una mochila en la que lleva comida y agua, manta térmica, silbato, estrobos, lámparas, botiquín de primeros auxilios.

Además, sus tenis tienen que ser especiales para montaña.