Bien dicen que no hay nada como la primera vez, y si no pregúntenle a mi carnalazo, Rafael Márquez, quien este miércoles estuvo como chamaco en su debut como directivo del Atlas, en el empate (2-2) contra Cruz Azul en el Estadio Azteca.
Me cuentan que previo al juego, el Káiser habló con el equipo, los motivó, les inyectó todo el ADN rojinegro, parte del proyecto que encabeza ahora en el área deportiva.
Rafita les dijo: “Ustedes saben por qué están aquí y lo que representa jugar en Atlas. Es momento de cambiar la historia”.
Dichas palabras hicieron que más de uno saliera motivado al terreno de juego y lograran el empate. Resultado que Márquez festejó como si él lo hubiera anotado, como en sus mejores tiempos.
