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Bajo la soledad de los tres postes, Guillermo Ochoa reflexiona. En su libreta de juegos disputados aparece la suma de 100 duelos en 13 años de carrera, contando el amistoso de ayer contra Argentina; sin embargo, aquel 14 de diciembre de 2005, cuando relevó a Jesús Corona comenzó el camino, uno que espera no cerrar pronto.

“¿Serán 100? ufff, no he tenido tiempo de pensar en los 99, supongo que lo haré algún día, sentado en un sillón, cuando esté retirado y vea todos mis juegos. Mi siguiente meta es estar en el quinto Mundial, por supuesto que jugándolo, quiero jugar uno más, por la edad la verdad es que todavía me alcanza, y bueno, si nos ponemos exigentes -ríe al pensarlo-, la cereza sería cerrar en México y romper así un récord”, compartió Ochoa previo al encuentro.

La cantidad no lo abruma, siente como si fuera un suspiro, y no porque menosprecie la cifra, sino porque el camino ha sido un goce. “Ni en el mejor sueño posible hubiera podido llegar a ver esto, el hecho desde que comencé mi carrera como jugador en América siempre fue de la mano con la Selección; para mí ha sido un orgullo representar a mi país y llegar a esa cifra, y más como portero ha sido una lucha, una pelea constante, el trabajarlo, el ganármelo, el demostrar y poder jugar; es una cifra mágica”, expresó el cancerbero.