Lucio Martínez Millán es un investigador y constructor de maquinaria, presentó en Chetumal la primera máquina para que el sargazo pueda producir etanol y biodiesel.
Este es un combustible amigable con el medio ambiente y que podía comercializarse para surtir a las embarcaciones de la Armada de México.
Hizo hincapié en que los municipios no están preparados para recibir las miles de toneladas de sargazo, pues no se puede utilizar como relleno sanitario y aún no se genera una norma para su tratamiento como residuo sólido.
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Situación que podría llevar a un severo problema ambiental como se ha venido viendo.
El investigador presentó un prototipo de sistema portátil que reduciría en un 80 por ciento el residuo del sargazo y una parte puede ser combustible y el sobrante fertilizante biodegradable.
Declaró que se necesita una inversión aproximada de 100 millones de pesos, pero en realidad esto es un costo mucho más reducido al que se ha invertido estos años para tratar de acabar con el alga.
