El clandestino tenía sillas y mesas para que las personas consumieran las bebidas en el lugar.

Después de varias denuncias ciudadanas, un clandestino fue clausurado en Tizimín, en donde se sorprendió a 19 “parroquianos” ebrios consumiendo bebidas embriagantes.

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Los hechos ocurrieron la noche del sábado un predio ubicado en la calle 35 x 60 y 62 de la colonia Santa María. En el lugar se detuvo a la propietaria del predio, la señora Zoila Cecilia P. y otras personas que trataron de impedir la labor de los policías.

La mayoría dieron positivo a alta ingesta de alcohol al realizarle la prueba de alcoholimetría; y aunque no se precisó la cantidad, también decomisaron envases vacíos y con contenido que se comercializaba de manera clandestina.

En las imágenes captadas en el interior de la casa convertida en cantina ilegal, había mesas y sillas para comodidad de sus clientes, además de botellas de distintas presentaciones y marcas.

Vecinos del lugar chismearon que en ese predio ya era frecuente la presencia de los parroquianos.

Esa misma noche, los uniformados verificaron otros predios en donde presuntamente se realizaba esta práctica ilegal, pero no encontraron alguna más en la que exista evidencias de la venta y consumo de cervezas, incluso fuera de horario.

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