Liz Hernández, narra que su hermana fue ingresada al área de urgencias del nosocomio, el pasado 13 de septiembre cuando presentaba un cuadro de neumonía.

No obstante ese día no le pudieron realizar los estudios correspondientes pues como era puente de 15 de septiembre, no había quien se los hiciera a la paciente, comenta la familiar agraviada.

Fue hasta el día 17, del pasado mes patrio, que se le pudieron practicar los estudios en los laboratorios del Hospital, pero los resultados de los estudios no llegaron a tiempo y la mantuvieron ahí en espera de los mismos.

“El día 20 se complican las cosas por  un bronco espasmo, mi hermana fue llevada a terapia intensiva por la noche. Todo por una bacteria adquirida aquí en el hospital”, agrega Liz Hernández.

Los médicos le habrían dado primero un diagnóstico y luego otro, para finalmente avisarles que la paciente estaba presentando problemas con los órganos vitales, principalmente los riñones.

Fue hasta el sábado 26 de septiembre que les indicaron que necesitaba hemodiálisis, pero entonces pasaron 26 horas para que la atendieran y colocaran el catéter necesario para el tratamiento. “Eso cuando ya sus niveles tóxicos estaban a tope y se contaminaron sus demás órganos. Luego de tantos retrasos, negligencias y demás malos tratos, y por más que he intentado hablar con alguna auotiedad del hospital, solo nos dicen que se encuentra en estado crítico”, asegura la familiar de la afectada.

Liz Hernández recalca que “estoy alzando la voz por mi hermanita y por todos los que estamos aquí padeciendo las negligencias; y no me importa llegar hasta las últimas consecuencias, hoy mi hermana dicen que está en un sueño profundo, este es el hospital del pueblo y no hay ética ni respetan el juramento de salvaguardar vidas. Mi hermana entró por neumonía y hoy nos dicen que se ha dañado su cerebro, todo por no atenderla a tiempo”.

Este caso viene a sumarse, a varios anteriores derivados de presunta negligencia médica,  malos tratos y las pésimas condiciones en las que se encuentra el Hospital Agustín O’Horán de Yucatán.