A través de un chat que rola en redes sociales, una madre de familia dio a conocer lo que presuntamente fue un intento de secuestro ocurrido en el noreste de Mérida. De acuerdo con el texto, que según se dice, pertenece a un chat de padres de familia de una escuela privada en el que se narra lo siguiente:

—Hola, quiero compartirles algo no muy grato que me sucedió hoy. La verdad, que hasta para compartir esto me tuve que armar de valor ya que no quiero ni hablar del tema, pero es necesario hacerlo para que todas las personas puedan estar alertas y cuidarse.

—Alrededor de las 6:40 a.m. fui víctima de un intento de secuestro o vaya a saber víctima de qué iba a ser –relata la mujer.

—Para bendición mía iba sola; estaba saliendo de dejar a mi niño de la primara y estaba yendo camino a mi casa para ir por el más pequeño para llevarlo al kínder.

En el texto, la mujer cuenta que tomó un atajo a la altura de la iglesia Buen Pastor, para llegar pronto a su casa. También indicó que iba con ropa discreta. Sin embargo, de pronto notó que un la seguía “bastante lento por atrás”.

—Este auto no dejaba de seguirme y yo caminaba normal pensando que a lo mejor estaba buscando una dirección por el rumbo. A lo lejos me percaté que había un señor preguntando por dónde quedaba la plaza Altabrisa.

—El señor era alto, bien vestido, no tenía facha de Yucatán; no recuerdo sus rasgos, pero era de tono de piel clara. Me di cuenta que esas preguntas eran para mí ya que yo estaba tomando el mismo camino por donde él estaba parado “esperando a alguien”—continúa.

La afectada cuenta que el hombre, de pronto, la sujetó y le dijo “ven aquí mi amor”. “Yo me hice para atrás. Me paralicé por un momento y yo reaccioné y empecé a correr”.

—Crucé la avenida y vi que el señor se subió al auto blanco que iba atrás de mi y empezó a seguirme.

—La ruta que tomo para ir a casa es solitaria, cuando pude tomé una calle cercana a una escuela donde habían autos y seguí corriendo; la verdad jamás pasó por mi mente pedir ayuda. Solo quería correr y salirme lo más lejos posible.

—Logré despistarlos una esquina antes de mi casa y vi que el auto pasó por la avenida como que yéndose a la avenida Yucatán —abunda.

Tras esto, la mujer cuenta que le contó el hecho a su madre y ella lo compartió en un grupo de vecinos de la colonia. El auto, dijo la mujer, “parecía un Versa”.

—Si comparto esto es porque por el rumbo hay al menos 4 escuelas entre ellas kínder, primarias y secundaria.

—Me siento mal, siento que violaron mi paz, mi paz mental, mi tranquilidad. Gracias a Dios, al universo a todo que estaba sola y pude ver por mí.

—Estén alertas y hagan llegar esta información a sus seres queridos; esto sucedió por el rumbo de Macroplaza, en Mérida —finaliza el escrito.