Padres de familia y personal que conforman los equipos que atienden las estancias infantiles esperan que en cualquier momento se hagan efectivas sus demandas de amparo para revertir el decreto que prevé el recorte presupuestal del gobierno federal hacia ese programa, luego de que Nuevo León, Chihuahua y recientemente Sinaloa, ya procedieron favorablemente.
La diputada Cecilia Patrón Laviada recordó que a principios de este año, el Ejecutivo federal anunció la reducción de un 50% en el presupuesto para estas instituciones que prestan servicios de cuidado, educación y desarrollo a 8,160 chavitos y chavitas en sus más de 200 sitios instalados; entre la niñez beneficiada con este programa se incluye a menores con algún tipo de discapacidad.
Chismeó que tras la primera solicitud llegaron un total de 35 responsables de estancias, en representación de todas las estancias del estado, a realizar el mismo trámite en los Juzgados de Distrito del Poder Judicial de la Federación en Mérida, a iniciativa, acompañamiento y asesoría de la diputada federal Cecilia Patrón, y el PAN estatal, a cargo de Asís Cano Cetina, buscando con esto detener la reducción presupuestal a estas estancias que benefician también a más de 8,000 padres y madres de familias chambeadoras.
Rezago
La diputada Ceci Patrón Laviada y varias de las demandantes se expresaron preocupadas por el rezago en la decisión, cuando en Chihuahua y Sinaloa, se realizaron los mismos procesos y en las mismas fechas en esos estados ya se otorgaron los amparos definitivos contra el recorte y ya se les ha cubierto el monto que se les recortó.
“El que un juez federal mande al gobierno federal que restituya el programa para Sinaloa, Nuevo León y Chihuahua es un precedente nacional, solamente y de esta manera ya son tres estados en recibir el documento que avala la orden del juez federal para que se reactive el programa, así que esperamos que no sea diferente en Yucatán y se restituya ese recurso”, expresó la legisladora yucateca.
Actualmente, señaló en un comunicado, la mayoría de las estancias están abiertas, pero operan con recursos propios de las encargadas y los padres de familia, una labor titánica y de mucho esfuerzo.
