Fila de vehículos varios que esperan turno para ser sanitizados con mezcla de productos de limpieza

Desde ayer se iniciaron las acciones de fumigación de vehículos en los cuatro retenes sanitarios de acceso a la ciudad de Valladolid, en donde personal de la Comuna aplica una mezcla de agua con detergente, cloro y limpiador de pisos, a fin de desinfectar las partes de los vehículos que se supone que tocan los ocupantes.

Sin embargo el paso de los vehículos y de la gente sigue siendo sin control, pues están pasando sin problema alguno, a pesar de que en varios puntos del oriente algunos municipios han cerrado sus accesos a sus comunidades, con el objeto de proteger a la gente de sus municipios del coronavirus o Covid-19.

En los cuatro accesos a la ciudad se asignó a un empleado del Ayuntamiento para que fumigue el interior de los automotores, donde supuestamente los conductores y los que van a bordo pasan sus manos o los tocan, como son las molduras, puertas, volante, palanca de velocidades y agarraderas de las puertas, entre otros puntos.

El personal asignado en la entrada de la ciudad, viniendo de Cancún, comentó que la mezcla del desinfectante, puede durar varias horas, y se quita el efecto, pero se les va indicando a los conductores y a los ocupantes de los vehículos, sobre las medidas que tienen que tomar, a fin de prevenir contagiarse del Covid-19.

La medida se está aplicando de la misma manera a los motoristas y todo tipo de vehículo que ingrese, pero no existe ninguna restricción hasta el momento, para evitar que entren los turistas o gente foránea, de modo que el tránsito es normal.

Sin embargo debido a lo lento de la fumigación, se formaron filas de más de un kilómetro de vehículos.

En el caso del acceso por la vía que conduce a Cancún, los autos llegan hasta donde está el edificio de la Universidad Modelo, y por momentos se alarga más la fila.

De la misma manera, en la exestación del tren, se formaron largas filas de taxis de todas las agrupaciones de esta ciudad, en donde se les aplicó la misma medida, y fueron fumigados el interior, incluyendo los camiones de transporte urbano de la ciudad.

El centro de la ciudad, cada vez está más vacío, incluso ya fue cerrado el centro artesanal, afectando a más de 500 mujeres bordadoras de varias comunidades, tanto de la cabecera como de comisarías, quienes normalmente viven al día, en espera de vender alguna prenda por día para salir adelante, pero ahora su situación está complicada. A manera de ejemplo, si en un día normal se puede ver a unas 100 personas caminando por el parque principal, ahora sería un 10% los que lo hacen por alguna necesidad, o porque se dirigen a sus respectivos empleos.