Ahora sí que quedó al descubierto que nadie le echa ojo al derecho de vía de Pemex, pues los condenados huachicoleros volvieron a fregarse un ducto, en esta ocasión, el que está a unos 50 metros al poniente de la carretera Mérida-Progreso.
En lo que va del año, de enero a la fecha, se han encontrado seis tomas clandestinas, una de ellas a principios de enero por la zona de la comisaría de Flamboyanes. El 28 de mayo se hallaron otras dos tomas, en ese mismo mes encontró otra, todas ubicadas a altura entre los puentes de San Ignacio y Tamanche.
Y en este mes ya van dos tomas clandestinas halladas en las tuberías de Pemex, una fue el pasado jueves 6, a la altura del kilómetro 20 en el tramo de San Ignacio-Tamanché cerca de donde el 28 de mayo detectaron dos tomas.
Y para acabarla de fregar (sino es que está comenzando) ayer fue encontrada otra que se ubica a la altura del kilómetro 26 entre los puentes de Flamboyanes y Paraíso, osea que los canijos huachicoleros se alejaron seis kilómetros de las anteriores tomas clandestinas donde estuvieron extrayendo combustible y que al parecer esa zona ya contaba con vigilancia.
A unos 200 metros donde ayer miércoles encontraron la toma clandestina, hay una entrada que comunica con el rancho Santa Cruz, la arteria de fácil acceso comunica con el derecho de vía de Pemex por donde pasan las tuberías de la paraestatal que transportan combustible, gasolinas y diesel que se envía desde la planta de almacenamiento y distribución ubicada la salida de esta ciudad hasta Mérida.
Todo indica que las ratas de dos patas quisieron esperar a que se calmaran un poco las aguas para volver a las andadas, pero de nueva cuenta les cayó la ley y aunque no los han capturado, sí les arruinaron el negocio sucio.
