Si lo que mal empieza mal acaba, no hay buenos augurios en Progreso.

La ola de robos y asaltos con que los progreseños y extranjeros avecindados en el puerto comienzan este año no es una mala racha, sino —con base en la incidencia delictiva oficialmente documentada— la prolongación de un problema que dejó a 2019 con 3.9 veces más hurtos en casa habitación con respecto a 2018.

En su reporte de diciembre de 2019, difundido anteayer lunes, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública consigna 17 denuncias penales por robo a casa habitación en el último mes del año.

En diciembre de 2018 se registraron siete casos.

Así, durante todo 2019 fueron visitados por los amantes de lo ajeno 195 hogares en Progreso, con base en las denuncias formales.

El total de robos en viviendas denunciados ante Ministerio Público en 2018 fue de 40 y en 2017 se presentaron 88 querellas.

Los 195 “golpes” de los ladrones oficialmente registrados por la Fiscalía General del Estado en los hogares de Progreso representan un ritmo de 16.2 casos mensuales, lo cual se puede traducir en que cada 44.9 horas se registra un robo a casa habitación en el puerto. En ninguno de esos eventos se usó la violencia.

El período en el cual los cacos tuvieron más actividad abarcó de mayo a julio, con 24 robos los dos primeros meses y con 26 el tercero.

Febrero fue el mes con menos casos: apenas tres.

Pero 2019 no solamente deja a Progreso con una preocupante estadística en el robo a casa habitación y un desafío para las autoridades.

La tasa más alta

El año pasado, Progreso se convirtió en el municipio yucateco que registró la más alta tasa en ese delito: 32.98 casos por cada 10,000 habitantes.

En segundo lugar quedó Umán (con 18.27 casos por cada 10,000 habitantes) y en tercero, Kanasín (11.9 por cada 10,000 habitantes).

Con sus 961 hurtos en hogares, la tasa de Mérida quedó en 10.76 casos, igual por cada 10,000 habitantes.

Este cálculo se hizo con base en el número de residentes que, según el Inegi, había en esas comunidades en 2015, sobre 10,000; salvo Mérida, los otros municipios no llegan a 100,000 vecinos.

De acuerdo con cifras absolutas, de 2018 a 2019 en los habitualmente conflictivos municipios de Kanasín y Umán bajó la incidencia de robos a casa habitación: en el primer municipio cayeron de 227 a 115 (-50.6%) y en el segundo, de 125 a 101 (80.8%).