Fotografia de la Edición Impresa

Al parecer, el jugar pirotecnia de unos chamaquitos causó un desastre, pues ocasionaron que dos cantonas de guano se prendieran bien grueso ayer sábado en un predio ubicado en la calle 7 entre 26 y 28 de la colonia Miraflores, en la villa de Peto, lo que causó una rápida movilización de los macizos bomberos y de la Policía Municipal.

De acuerdo con el chisme, los hechos se suscitaron ayer alrededor de las 12:30 del día cuando cuatro chamacos estaban jugando con pirotecnia llamada “cerillitos”.

Según la Policía Municipal, unos morritos de 2, 6, 8 y 10 años, se quedaron en su casa debido a que sus papás se fueron a un terreno que tienen a unas cuadras de casita.

Los menores comenzaron a jugar con los “cerillitos” y “chispitas”; cuando se dieron cuenta, las casas ya se habían incendiado, por lo que rápidamente fueron a decirles a sus papás lo que pasaba.

La unidad 843 de los Bomberos llegó al lugar e iniciaron con la chamba para apagar el fuego; sin embargo, las dos construcciones, una casa y un baño, fueron consumidos en su totalidad por el fuego.

En la quemazón se doraron ropa, hamacas, muebles, bicicletas y diferentes utensilios de cocina, por lo que la perdida fue cuantiosa.

Puras cenizas…

La casa que se quemó es de 6×6 metros y el baño 4×3 metros, prácticamente solo quedaron paradas algunas maderas ya carbonizadas.

La familia estaba desconsolada por lo ocurrido, incluso ellos soltaron, que no saben realmente que ocasionó el incendio, aunque se confirmó que los chamaquitos estaban jugando con los fuegos artificiales.

Al lugar llegaron también agentes estatales, así como patrullas de la Policía Municipal.

Los vecinos y la familia no pudieron hacer nada para controlar el incendio, pues en cuestión de minutos todo fue consumido por las llamas.

Los oficiales les dieron su jabonada a los padres de familia para que vigilen mejor a sus chavitos, ya que eso contribuye a evitar algún incidente. En este caso, los chavales salieron ilesos pero las pérdidas fueron económicas.