Cinco años han pasado desde la muerte del “Hijo del Perro Aguayo”, mientras luchaba en el auditorio Fausto Gutiérrez de Tijuana. Un vacío que nadie ha llenado sobre el cuadrilátero y que mantiene vivo su recuerdo sobre los enlonados profesionales.

El quinto aniversario luctuoso del “Perrito” llega cuando el mundo está detenido por la contingencia sanitaria. En julio pasado, su padre, el “Perro” Aguayo perdió la vida a causa de un infarto. Quedan pocos rastros luchísticos de los Aguayo a nivel profesional, pero sus huellas siguen intactas.

Por ahora, sin un continuador de la leyenda en el panorama, pero con el Gym Aguayo activo a cargo de la hija de don Pedro, Primavera Aguayo, tal vez, en un futuro, un nuevo cachorro se anime a tomar el legado.