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Muchos chismes han surgido después del aseguramiento del “Maguro”, barco atunero bajo sospecha de huachicol donde las autoridades federales decomisaron 5,000 litros de diésel que tenía en sus tanques, se reabrirían otros casos de presunta venta clandestina de ese combustible tumbado y en el que estarían involucrados patrones de embarcaciones pesqueras e incluso empresarios camioneros.

Luego del aseguramiento del “Maguro”, en los muelles de Yucalpetén sale a relucir que hay otros barcos grandes, entre atuneros y camaroneros, que venden clandestinamente combustible a embarcaciones pesqueras de este puerto y también de otros del Golfo de México.

El trasiego del combustible robado sería en los muelles pesqueros e, incluso, en alta mar. Los barcos se acoderan para las maniobras que son rápidas para evitar ser descubiertos.

Resulta que el combustible se vende a menor precio que el oficial de los expendios autorizados.

Los barcos que no cuentan con subsidio de diésel marino, apoyo que otorga el gobierno federal por medio de la Comisión Nacional de Pesca y Acuacultura serían los principales clientes de los huachicoleros marinos, cuyos tentáculos se extendieron a los puertos de Yucatán, en especial en Yucalpetén.

Hay antecedentes del huachicoleo marino, el cual presuntamente fue la causa del asesinato de Julio Solís Pool, “Canalla”, acribillado a las puertas de su casa el 5 de marzo de 2015 por dos sujetos a bordo de una moto. Se dijo que él vendía combustible robado a dueños de barcos pesqueros y que lo mataron por una presunta deuda.