en audiencia en el Centro de Justicia Oral de Mérida se fijó un plazo de seis meses para que la Fiscalía concluya como debe ser sus investigaciones

A pesar de las “inconsistencias” en las investigaciones contra cinco detenidos que simularon ser agentes de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), los aprehendidos fueron vinculados a proceso penal.

Y continuarán en el tambo, como ordenó el juzgado Segundo de Control a solicitud de los representantes de la Fiscalía General del Estado.

En audiencia en el Centro de Justicia Oral de Mérida (CJOM) se fijó un plazo de seis meses para que la Fiscalía concluya sus investigaciones.

Los acusados fueron detenidos en la Francisco I. Madero en la madrugada del pasado miércoles 5 de febrero, aunque los inculpados coinciden en que fue el martes por la noche.

Pa´ recordar qué onda con este chisme, a estos cinco ijas los acusan de haber disparado contra una patrulla en la colonia Zacatal, en Mérida, la madrugada del pasado 5 de febrero, y todos simulaban ser policías: vestían chalecos, tenían insignias, placas, bueno el disfraz completo.

También chismeamos que los acusados y sus defensores pusieron en aprietos a los representantes de la Fiscalía General del Estado, ya que hicieron notar varios puntos en los que no coincidían los hechos en las primeras averiguaciones.

Por ejemplo: cuestionaron a un perito de la Fiscalía, porque hay dictámenes que indican que los disparos dirigidos a un agente de la SSP supuestamente lo hizo uno de los acusados que “no tiene pistola”, es decir, de ninguna de las tres armas consignadas como las que tenían los aprehendidos salieron los proyectiles hacia el uniformado.

Por tanto, habría una cuarta pistola que no fue agregada al expediente y, por tanto, no la tenía ninguno de los cinco aprehendidos, mare así estaban las “inconsistencias”.

Otro punto fue la negativa de la SSP a proporcionar grabaciones del sitio donde ocurrieron los hechos o zonas cercanas. La respuesta de la corporación es que “están en mal estado” las cámaras de ese sector y, por tanto, no grabaron los movimientos.

Pa´ colmo un detenido chismeó que lo torturaron, una expresión en la que coincidieron sus coacusados y que fue para que admitan hechos que, dicen ellos, no cometieron.