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Estadísticas oficiales señalaron que el 60.6% de los meridanos admite que tiene o ha tenido problemas con sus vecinos. Aunque, por suerte, son pocos los casos en los que los ánimos se caldean en serio.

La ciudad de Mérida está en franco crecimiento y, a raíz de su redensificación poblacional, el gobierno ha establecido diversos programas para promover la convivencia en las colonias.

Sin ir más lejos, en 2017 el entonces alcalde y hoy gobernador Mauricio Vila Dosal estableció toda una campaña para el rescate de valores tradicionales y la convivencia entre las personas, a fin de prevenir la delincuencia.

Tal es la relevancia de este asunto que el Inegi cuenta con instrumentos de medición sobre la cohesión comunitaria, las conductas antisociales y los conflictos más comunes entre lugareños.

De acuerdo con el último informe de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, que abarcó de octubre a diciembre de 2018, el 28.6% de los consultados en Mérida (39.6% en el plano nacional) reconoció que durante los últimos tres meses ha tenido un conflicto o enfrentamiento con sus vecinos, familiares o desconocidos.

De ese grupo, el 72.8% de los mexicanos se ha peleado con sus compañeros de vecindario; la capital yucateca registró un 60.6%

Las principales causas de pleitos en las colonias del país fueron ruido, basura tirada o quemada por vecinos, problemas de estacionamiento, temas relacionados con animales domésticos, conflictos privados o en el transporte público, chismes y molestias por ebrios o pandillas.

También figuran los conflictos con los hijos de los vecinos, las pintas en las casas y el ambulantaje.

Pero no todo es malo, la ENSU reflejó la naturaleza por lo general pacífica del yucateco, concretamente del meridano: 74.4% afirmó que hubo un diálogo o plática como resultado del conflicto.