Muchas veces tendemos a confundir los términos de jubilación y pensión. Aquí te contamos cuál es la diferencia para que puedas planificar adecuadamente tu vejez
Muchas veces tendemos a confundir los términos como jubilación y pensión. Sin embargo, son cosas completamente diferentes. Aquí te contaremos cómo se diferencian, pues entender lo que son nos ayudará a planificar adecuadamente nuestra vejez.
Antes que nada, ¿qué es la jubilación y qué es la pensión?
Jubilación
La jubilación se define como el retiro de un individuo de la vida laboral activa, que pasa a ser parte de la Población Económicamente Inactiva (PEI). Este cambio se realiza tras alcanzar la edad legal para ello.
En México, esto sucede a los 60 años por cesantía en edad avanzada o los 65 años por vejez.
O sea, né, la jubilación es cuando, después de haber trabajado la mayor parte de tu vida, te retiras de la chamba.
La jubilación está reconocida por la Ley del Seguro Social como un componente esencial del sistema de seguridad social mexicano.
Para que puedas tener esos derechos, es muy importante que acumules la mayor cantidad de semanas cotizadas posible. Esto sólo es posible si laboras en un trabajo formal.
Tipos de jubilación
Existen 3 tipos de jubilación:
- Jubilación por Cesantía en Edad Avanzada: Se concede a quienes tienen entre 60 a 64 años de edad y han cotizado un mínimo de 1000 semanas en el IMSS.
- Jubilación por Vejez: Aplica para aquellos que alcanzan los 65 años de edad y tienen al menos 1000 semanas de cotización. El cálculo de la pensión varía según la edad de jubilación. A más años, más dinero.
- Jubilación Anticipada: Permite el retiro antes de los 60 años. Sin embargo, esta debe ser bajo ciertas condiciones financieras y de cotización.
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Pensión
La pensión es la remuneración que recibe un individuo tras jubilarse. O sea, es el dinerito que te va a llegar cada mes.
Sistema pensionario de 1973 vs 1997
Bajo el antiguo sistema de 1973, los trabajadores conservan el derecho a una pensión basada en el cálculo que integral del número total de semanas cotizadas y el Salario Base de Cotización (SBC) de los últimos 5 años, requiriendo tan sólo 500 semanas cotizadas. O sea, este régimen permite a los beneficiarios a recibir el 100% de su último salario registrado.
Ahora, el sistema de 1997 (actual) establece la jubilación de acuerdo a la suma acumulada en la cuenta individual de cada trabajador. Esta es gestionada por las Administradoras de Fondos para el Retiro (AFORE).
Lo malo de este sistema es que aumenta el número mínimo de semanas cotizadas para obtenerla.
Sin embargo, la legislación actual ofrece diversas opciones para asegurar el bienestar de los trabajadores retirados.
La pensión mínima garantizada
La pensión mínima garantizada es muy importante en cuestión de la seguridad social de México. Esta está dirigida a asegurar un ingreso estable para los trabajadores retirados que no cumplan con los criterios para una jubilación proporcional.
Requisitos para la pensión mínima garantizada:
- Haber juntado al menos 825 semanas cotizadas en el IMSS
- Poseer una identificación oficial actual y válida
- Disponer de un número de seguridad social asignado
- Tener un Registro Federal de Contribuyentes (RFC) activo.
- Contar con un número de cuenta de AFORE
- Mantener un saldo positivo en la cuenta de ahorro de AFORE
- Poseer una cuenta bancaria personal
- Tener actualizado el expediente de Identificación del Trabajador en el AFORE
- Aportar un comprobante reciente de domicilio, no más antiguo de 3 meses
- Haber recibido una resolución o una negativa de pensión por parte del IMSS
