En una cárcel, un preso comenta indignado a su compañero de celda:

— Es un poco ridículo lo que están haciendo conmigo.

—¿Por qué?

—Porque me metieron aquí por robar pan, y ahora me lo traen gratis diario.

***

—Camarero, la cuenta.

—Cincuenta.

—¿ Sin cuenta?

—Fabuloso, ¡gracias y que la pase bien!