Un político se pierde en el camino. Entonces, un ladrón se le acerca con una pistola y le grita:

—¡Esto es un asalto, deme todo su dinero!

—¿Pero acaso no sabe con quién se está metiendo? ¡Soy un político muy importante!

—Ah… en ese caso… ¡devuélvame todo mi dinero!