Mamita, tengo un problema con mis chuchús, están demasiados grandes y llaman mucho la atención. Un amigo, cada vez que me ve, me dice que tiene ganas de una probadita. ¿Qué hago, Tía?
Rosa Tzec
Que no te de pena ser chuchuona, al contrario, es un orgullo ne. Si vieras cuántas sobrinas mías llegaron tan alto por utilizarlas de manera inteligente. Sobre tu amigo, dale una probadita para que se le quite el poch, pero una buena pa’ que te deje de molestar.