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En la jornada de ayer de la Feria Yucatán Xmatkuil no podían faltar los refrescos, las papas fritas o la charola de botanas para degustar durante el recorrido.

“A veces nos tomamos una cervecita, para el calor”, dice Dulce Méndez, quien con su esposo e hijos visitó el recinto ferial en el asueto de ayer.

La familia acostumbra comer en la Feria, lo que a sus hijos les gusta, como pizza o tacos de carne asada.

El recorrido sigue en el área de ganado, luego por los pasillos, “esos en los que venden muchas chacharitas y juguetes”, y también visitan el área de ropa “para comprar calcetines”, que suelen estar en oferta y que “siempre se pierden”.

Si de los jóvenes se trata, la rutina se enfoca en dos cosas, la bebida y los juegos mecánicos cuando son mayores de edad, y los más chavos optan por los juegos, las botanas y recorridos por las distintas áreas, mientras se paran en los puestos donde ven cosas que les atraen.

La diversión de los jóvenes atrae a personas de todas las edades, así se pudo ver en el juego llamado “The show”, una plataforma que se levante y gira, primero despacio y luego a gran velocidad. Los ocupantes se sientan alrededor de la plataforma y micrófono en mano un animador los reta a pararse e ir al centro, todo ello acompañado de música.

El grupo de jóvenes baila y salta, al tiempo que la plataforma gira más rápido, y no falta quien pierda el equilibrio y caiga, y se lleve algún compañero del que sin éxito trate de sostenerse. Así, poco a poco van cayéndose, hasta que finalmente sólo quedan dos, uno o ninguno en el centro.

Desde abajo, niños y adultos, e incluso policías, no pierden de vista todo lo que sucede, y se divierten viendo cómo los jóvenes se caen unos sobre otros.

La zona de juegos está concurrida, pero son unos cuatro o cinco juegos los que más llaman la atención y hasta filas hay para subirse, entre estos el “Pegaso” y el “Disco Loco”, y para los pequeños el carrusel de dos pisos, al que también las abuelitas piden subirse. Entre los puestos de accesorios y ropa hay algunos que llaman la atención de los paseantes, como el que anuncia relojes de caballero a $100 por el “Buen Fin”, oferta que tuvo éxito pues frente a los puestos se arremolinan muchos interesados en adquirir este artículo.

Por la zona de Lienzo Charro la gente se detiene a ver a las escaramuzas que se preparan para participar de una competencia y ensayan parte de su rutina. En el área donde los “gritones” venden cobertores y otros ollas, sartenes, platos y artículos para la cocina, no falta quien aproveche los descuentos que se anuncian.

Es común ver los pasillos a los paseantes con charolas de botanas de varias marcas, con cervezas o micheladas en mano, platos con papas fritas y salchicha, mientras que otros llenan las mesas del área de restaurantes