El retiro de los tablones en el Monumento a la Maternidad, que fue vandalizado y ya está restaurado

Con un llamado a cuidar la espectacularidad arquitectónica del Centro Histórico de Mérida, la Dirección de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento retiró los tablones de madera que cubrían el Monumento a la Maternidad, que fue vandalizado por mujeres manifestantes proabortistas a fines de septiembre pasado.

Los trabajos de restauración costaron al erario municipal $124,000 y tuvieron una duración de seis semanas. La restauración estuvo a cargo de las especialistas del Centro INAH Yucatán, Claudia Ocampo Flores y Natalia Hernández Tangarife, en coadyuvancia con el delegado de la dependencia, Eduardo López Calzada.

El director de Desarrollo Urbano, arquitecto Federico José Sauri Molina, dijo que la administración del alcalde Renán Barrera Concha es respetuosa de todas las manifestaciones y la libertad de expresión, pero también tiene la responsabilidad de conservar y poner en valor todos los elementos de la historia de la ciudad.

Hasta donde recuerda Sauri Molina, nunca habían vandalizado la escultura dedicada a las madres, siempre le habían mostrado respeto.

El funcionario municipal dijo que han detectado algunas pintas de grafitis en algunos sitios del Centro Histórico, pero generalmente los limpia personal de Desarrollo Urbano con asesoría del Centro INAH.

“El Ayuntamiento, desde 1990, tiene el programa de rescate de fachadas precisamente para darle valor al Centro Histórico, que es el segundo más grande del país después del de Ciudad de México, y cuidamos edificios con más de 100 años de antigüedad porque son un atractivo para los meridanos, mexicanos y personas que nos visitan”, dijo.

—¿Qué invitación le haría a los manifestantes que se expresan en las calles de Mérida? —preguntó el reportero a Sauri Molina.

—La ciudad y el Centro Histórico son lugares vivos, son lugares de todos los meridanos, es nuestra casa, y como tal, independientemente de la libertad de expresión a la que todos tenemos derecho”, debemos recordar que Mérida es nuestra casa y como tal, independientemente de nuestras ideologías, la debemos de cuidar —respondió.

—Ha habido muchas manifestaciones en Mérida y no se había dado un ataque a un monumento tan representativo —se le recordó.

—La ciudad es viva, somos la más segura del país y de latinoamérica, tenemos una posición a nivel mundial importante por nuestro tejido social. Ese prestigio lo hemos ganado porque nos importa nuestra casa que es Mérida, precisamente la cohesión social y la sociedad cuidan de su entorno —contestó.

“Nuestra invitación es siempre a tener la libertad porque como autoridad incluyente, tenemos que escuchar todas las voces, pero hay que recordar siempre que tenemos una casa espectacular y la tenemos que cuidar”, dijo.

Recordó que la escultura del Monumento a la Maternidad llegó a Mérida el primero de octubre de 1928 y luego se entregó a la ciudad. Es una escultura en mármol de Carrara y es obra original del escultor francés André Lenoir.

Desde que se colocó en el parque adjunto a la iglesia de la Tercera Orden se volvió un ícono de los meridanos y yucatecos y forma parte de patrimonio cultural de la ciudad. Es una escultura que está en un área protegida por el INAH.

Dijo que después de las pintas a la escultura, los especialistas del Centro INAH Yucatán hicieron una evaluación de los daños y realizaron los trabajos de restauración. Fueron trabajos sumamente especializados por el tipo de material que es de mármol de Carrara.

En su restauración también colaboró personal de la Dirección de Desarrollo Urbano y de la Dirección de Servicios Públicos Municipales, que restauraron la jardinería y borraron las pintas en el piso y otras zonas que fueron vandalizadas.