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Ernesto Enkerlin Hoeflich, actual director de Conservación de la Naturaleza y Sostenibilidad en el Parque Fundidora, en Nuevo León, brindó la conferencia “Sostenibilidad, biodiversidad y emergencia climática en la 4T” en la Universidad La Salle Cancún, en el marco de la jornada de comunicación Mediósfera, Conectando con la Tierra.

Ahí una estudiante le preguntó su opinión sobre el Tren Maya y cómo agudizará el problema ambiental que ya enfrenta Quintana Roo.

El extitular de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) respondió que tendrá mayores impactos ambientales que la refinería de Dos Bocas, en Tabasco.

“Desde el punto de vista de impactos, el que tiene la mayor posibilidad de tener impactos negativos en alguna de las últimas regiones relativamente bien conservadas de México y del Trópico, es el Tren Maya. No creo que (el proyecto) se vaya a hacer, por cuestiones de financiamiento”.

“En China hay una guerra comercial con Estados Unidos, que es de donde podría venir la lana, entonces yo no veo que se haga el Tren Maya porque en México no tenemos el dinero, tenemos que buscar inversionistas, entonces no basta relajar las medidas ambientales para que se haga, porque se requiere un ‘chorro’ de recursos’”, expuso.

Respecto a la refinería, aseveró que el proyecto obliga a México a un “retroceso impresionante” en materia de energía.

“Es un proyecto que sí tiene impactos ambientales y está en un sitio frágil, pero es un retroceso impresionante, filosóficamente hablando, hacer una refinería que no necesitamos”.

Según explicó, “por una cuestión de un mensaje político de soberanía y demás, estamos yéndonos 50 ó 60 años atrás construyendo una refinería, al mismo tiempo en que todas las empresas automotrices están moviéndose hacia autos eléctricos, cuando está bajando el costo de energía eólica y solar, está bajando, bajando, bajando… los autos eléctricos y combinados ya están en la puerta”, dijo. La refinería quedará obsoleta cinco años antes de inaugurarse, vaticinó.