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Con apoyo de la fuerza pública, Laura Aguilar Herrera de Kanasín acudió a la casa de su expareja Jesús Alberto Cámara Duarte, en esta ciudad, para llevarse a sus dos hijos C. C. A. y C. J. C. A., una niña de 9 y un niño de 7 años, respectivamente.

Intervinieron agentes municipales y estatales, así como un actuario, a fin de ejecutar un mandato judicial emitido por un juez de Kanasín a favor de la mujer, con número de expediente 1085/2019.

Los chavitos se negaron a ir con su madre, quién por un momento forcejeó con su hija para llevársela a la fuerza. La menor se negó y comenzó a pedir auxilio. Vecinos de la colonia, así como familiares se metieron y la situación se volvió tensa.

Se optó por frenar la orden judicial por seguridad, tanto de los menores como del actuario, quién levantó un acta de lo sucedido ayer por la tarde en la casa de Jesús Alberto Cámara Duarte, ubicada en la calle 38 con 57 y 59, en la colonia Padre Eterno.

En una entrevista con el reportero de ¡Al chile!, uno de los infantes, acompañado de su papá, aseguró que no quería volver a la casa de su mamá porque era castigada y encerrada en un cuarto oscuro, además de que presenció situaciones incómodas y al lado de la casa donde vivía con su mamá hay muchos borrachos.

De las declaraciones de los menores tiene conocimiento el actuario, según su padre, quién dijo que la custodia de los niños la tiene la medre, pero los menores una vez que salieron de la casa de su mamá en Kanasín no quieren regresar con ella por varias razones.

“Yo apoyo la decisión de mis hijos, porque no quiero lamentar cosas cuando ya sea demasiado tarde”, dijo.

Uno de los menores tuvo que ser atendido por un médico después de los empujones y el alboroto que se armó tras querer llevárselo su mamá.

Incluso el niño se desmayó ante la situación y presentó shock por estrés al subírsele la presión, según determinó un médico.

En la colonia se levantaron los vecinos con piedras cuando escucharon y vieron la situación que se presentaba, se metieron para impedir que se llevaran a los menores de edad.

Fue cuando intervino la Policía por la seguridad de los implicados y trataron de que la turba no se metiera en la situación familiar. Tras la tensa situación se optó por detener la orden y retirarse del lugar.