Honduras- Luego de sufrir calenturas y vómitos, un pequeño de 18 meses fue declarado muerto en un hospital de Yoro, pero al momento de enterrarlo, el niño revivió.

Una tía del menor lo cargó antes de meterlo a su ataud cuando se dió cuenta que el chiquito respiraba y reaccionaba a lo que ella decía, por lo que se lo llevaron a su casa.

Al día siguiente lo llevaron a un médico privado para que lo revisara, pero les dijeron que el bebé estaba muerto.

A pesar de ello, la familia mantuvo al menor en su casa desde el domingo, hasta que el día de hoy decidieron aceptar que falleció y será enterrado.