El caso de un bebé que nació sin piel ha estremecido al mundo y tiene a la comunidad médica trabajando a todo lo que da pues a pesar de que ya ha cumplido tres meses, no han logrado darle un diagnóstico y tampoco una solución que saque del riesgo permanente a su vida. 

Su nombre es Ja’bari Gray y desde que nació el pasado 11 de enero, en el Hospital Metodista de San Antonio, ha permanecido internado. La razón, como ya lo dijimos es una extraña condición que hace que le falte piel en la mayor parte del cuerpo, con excepción de la cabeza. 

En un inicio, el recién nacido fue diagnosticado con aplasia cutis, una rara ausencia congénita de piel, pero después de ser transferido el viernes al Hospital Pediátrico de Texas en Houston, los especialistas del lugar comenzaron a barajar el diagnostico de epidermólisis ampollosa, un raro trastorno genético que deja la piel extremadamente frágil y propensa a ampollas y desgarres incluso al menor golpe o ficción. 

Ja’bari ahora tiene piel en parte de las piernas, pero no tiene en los brazos ni el torso, por lo que es atendido constantemente para cambiarle la ropa y ponerle ungüentos con la intención de prevenir infecciones, declaró su madre Priscilla Maldonado. 

Un largo camino por delante

Mientras tanto, la mamá del bebé y su esposo, Marvin Gray, se realizan análisis genéticos para que el equipo médico pueda avanzar con el diagnóstico, ya que la enfermedad que consideran es hereditaria. “Lo he podido cargar dos veces, pero debes utilizar bata y guantes. No hay contacto piel a piel, no es lo mismo”PRISCILLA MALDONADO

Desde su nacimiento, Ja’bari no ha podido abrir los ojos pues su párpados y por ahora, los doctores planean realizarle una cirugía para cortar tejido cicatrizado que mantiene unida la barbilla de con su pecho. 

Hasta el momento, la familia ha recibido apoyo económico de Medicaid y Taco Cabana, en donde trabajan ambos padres y también se creó una cuenta en GoFundMe para ayudar a la familia.

“Incluso si sobrevive, no sabemos lo que nos espera en el futuro. Solo nos queda rezar todos los días. Cada día es una bendición”