La risa es la cura del alma y los expertos en provocarla son, sin duda, los payasos, por eso cada 5 de noviembre se celebra el Día Internacional del Payaso
El Día Internacional del Payaso reconoce al noble oficio que no conoce fronteras, razas ni idiomas, y ampliamente reconocido en todo el mundo.
Una famosa figura que arrebata un sinfín de risas al público con su nariz roja, zapatos enormemente grandes y vestuario colorido, son los encargados de llevar alegría a donde quiera que vayan.
¿Por qué se celebra el Día Internacional del Payaso?
- Se eligió el 5 de noviembre como el ‘Día Internacional del Payaso’ en homenaje al español Emilio Alberto Aragón, más conocido como el payaso “Miliki”.
- Este personaje es famoso internacionalmente por su tema “Hola Don Pepito, hola Don José”, y por haber creado el trío Gabi, Fofó y Miliki, los cuales eran parte del circo Price de Madrid.
- Este grupo fue ganando notoriedad entre los niños, para luego protagonizar su propio programa de televisión por las tardes con su reconocida canción “Hola, Don Pepito, hola, Don José.”
- En 1970, este trío estelar llegó a la Argentina con su programa “El zapato roto”, que luego cambiaría a “El show de Gaby, Fofó y Miliki”.
Los payasos en la antigüedad
Uno de los primeros registros sobre los payasos data del año 2500 AC durante la Quinta Dinastía en Egipto.
Tiempo después, durante la construcción de la Gran Muralla en China, existían los denominados Yusze, quienes entretenían al emperador Chiiu Shih huang-ti.
Con el pasar de los años, los griegos y romanos adoptaron estas artes escénicas para sus celebraciones.
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Los payasos en México
En Latinoamérica tuvieron su primera aparición en México, durante el mandato de Moctezuma en el siglo XVI, incorporaron la figura del payaso para servir y hacer reír al gobernante.
200 años después, comenzaron a tomar protagonismo en circos, teatros y otros espectáculos.
Durante el siglo XX comenzaron a surgir diversas interpretaciones de esta figura popular, dando lugar a los mimos parisinos y los payasos callejeros.
Los payasos más famosos de México
José Manuel Vargas “Bozo”
Su talento lo llevó a ser estelar en varios programas de televisión, como El Show de Bozo. Por si fuera poco, también triunfó en el extranjero y trabajó en los circos más importantes como el Bell’s, Krony y el Barry Circus.
Ricardo González “Cepillín”
Nació en Monterrey y estudió Odontología; comenzó a pintarse la cara para que los niños no le tuvieran miedo al momento de atenderlos.
Ahí nació el sobrenombre de Cepillín. Tuvo su propio programa de televisión llamado El show de Cepillín, de corte educativo y cómico con artistas invitados.
Víctor Trujillo “Brozo”
Inició su carrera en los medios de comunicación a los 14 años de edad como locutor y actor de radionovelas en la XEB.
En 1988, cuando nació el programa La Caravana en Imevisión, dio vida por primera vez al “Payaso Tenebroso”, un personaje irreverente y satírico.
Tuvo su propio programa llamado El Mañanero en el que hacía crítica y análisis de las noticias con un tono sarcástico.
Sergio Alejandro Verduzco “Platanito”
Siempre le gustó pintarse el rostro, pero inició como payaso profesional a los 15 años de edad, aunque también estudió comunicación y es piloto aviador.
Atribuye a su pseudónimo el hecho de haberse convertido en un payaso para adultos, ya que se prestaba a “doble sentido”.
Ha participado en diversos programas de televisión y ha llevado su famoso Platanito Show a varios teatros del país.
Alberto Flores “Chuponcito”
Desde pequeño supo que quería dedicarse a hacer reír a las personas, pero debido a las carencias económicas de su familia tenía que trabajar como albañil o carpintero.
Debutó en el programa Se vale, de Televisa, y desde ese momento pudo darse a conocer a nivel nacional y lograr la admiración y cariño de muchos televidentes.
Alfredo Ordaz “Lapizito”
Empezó su carrera junto a su hermana “Gomita” y su hermano “Lapizín” con espectáculos en circo y eventos privados, pero alcanzaron la fama tras su participación en el programa Sabadazo.
A partir de entonces su presencia comenzó a ser más frecuente en la pantalla chica, incluso en el programa Enamorándonos.
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