Ayer se registró un terremoto de 7.6 grados, ocasionó que 46 mil personas fueran evacuadas y hasta ahora van 48 muertos; siguen buscando sobrevivientes
La tragedia se hizo presente en el país asiático a tan solo unas horas de haber comenzado el año, pues el 2024 sacudió con fuerza a Japón con un terremoto de 7.6 grados.
Fue en la tarde de ayer cuando los japoneses fueron sorprendidos por el sismo, el cual hasta el momento ha dejado ya 48 muertos, pero se espera que las cifras aumenten conforme pasan los días.
Después del primer temblor se registraron más de 50 réplicas, afectado a varias viviendas, carreteras y la suspensión del servicio eléctrico en aproximadamente 32 mil hogares.
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Igual, se informó que 17 personas se encuentran gravemente heridas, mientras que en las estructuras aún no se ha podido cuantificar los daños, pero decenas de miles de casas quedaron hechas polvo.
Mediante un comunicado, el primer ministro Fumio Kishida indicó que, el ejército japonés envió un millar de soldados a las zonas siniestradas para unirse a las tareas de rescate.
“Salvar vidas es nuestra prioridad y estamos librando una batalla contra el tiempo. Es crucial que las personas atrapadas en las casas sean rescatadas inmediatamente”, declaró.
Basándose en las últimas cifras de este mediodía, unas 32 mil personas han sido evacuadas en las prefecturas de Ishikawa, Toyama y otras áreas cercanas
Cabe mencionar que, este terremoto es el más mortífero en Japón desde abril del 2016 cuando dos sismos de 6.5 y 7.3 grados de magnitud, golpearon la isla japonesa de Kyushu, y dejaron medio centenar de muertos y más de mil heridos.
Ya se desactivó la aleta de Tsunami
Por la catástrofe que golpeó a este país, la agencia meteorológica de Japón emitió una advertencia de tsunami de gran magnitud para Ishikawa y otras advertencias de maremotos de menor tamaño para el resto de la costa occidental de la isla de Honshu, la principal de Japón.
Varias horas después la advertencia fue degradada de magnitud, y el martes por la mañana fueron canceladas todas las alertas, aunque en algunos lugares se pudieron observar olas mayores a un metro.
No obstante, esto apenas es el inició de la tragedia, pues ahora Japón enfrenta una carrera contra el tiempo para rescatar a los sobrevivientes atrapados entre los escombros.
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