Los videojuegos y su potencial para la educación

Los videojuegos tienen un gran potencial para facilitar el aprendizaje y la educación de las personas, sin embargo en México no se ha profundizado del todo en el tema.

Los videojuegos se han popularizado entre jóvenes y adultos, convirtiéndose en una de las vías de entretenimiento preferidas entre los usuarios, pero también pueden tener un largo alcance en el terreno de la educación, sobre todo en épocas como la actual, en la que salir sin necesidad no algo recomendable por cuestiones de salud.

Un análisis de The CIU (The Competitive Intelligence Unit) junto con el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) señala que el mercado del gaming en México tiene las características necesarias para desempeñar un papel como agente de cambio en la forma en la que los niños pueden aprender nuevos conocimientos.

Pensar en el futuro

Ha sido durante este confinamiento que los juegos han crecido tanto en su uso, debido a que brindan muchas facilidades a sus usuarios para conectarse, pues solo falta un dispositivo para divertirse.

Hoy en día, la tecnología, importante para el futuro, puede tomar un papel determinante para el aprendizaje. Puede ser un ordenador, un smartphone, una tablet, una consola y una PC Gamer, pero lo cierto es que estos aparatos tienen algo en común: brindan diversión a sus usuarios y todas pueden ser esenciales para la educación.

¿Qué es un gamer?

Es importante para esto el entender que un gamer no juega exclusivamente en consolas como Play Station, Nintendo o Xbox. El gamer puede definirse como aquel individuo que juega en una consola, una computadora o un dispositivo móvil. Ya sea casual o profesional (aquellos que participan en torneos y ganan dinero), cualquier persona que disfrute de los juegos puede ser un gamer.

El estudio de The CIU señala que la popularidad de los teléfonos inteligentes ha sido fundamental para el crecimiento de la actividad en el país. Con más de 111 millones de dispositivos en México para finales de 2019, el boom de estos teléfonos celulares ha ayudado a que “nazcan” nuevos gamers en México. De 72.3 millones de gamers en México, el 72% de ellos lo hace desde su teléfono celular: un estimado de 52 millones de jugadores por esta vía.

De aquí siguen las consolas, utilizadas por un 29% de los gamers tricolores; le siguen las tablets (8%) y las computadoras, con el siete por ciento.

Los jóvenes, los videojuegos y la educación

En lo que a edades se refiere, 21.6 millones son menores de 16 años, mientras que 10.1 millones se encuentran en el rango de los 16 y 20 años. Esto significa que el 93% de los mexicanos que conforman la Generación Z también entran en la categoría de Gamers.

Este grupo de jugadores representa precisamente gran parte de la población educativa activa, por lo que el potencial de los videojuegos como una herramienta didáctica de aprendizaje, siempre y cuando se sepa cómo aprovecharla.

Los videojuegos contribuyen para mejorar habilidades psicomotrices, agudizar los reflejos y desarrollar la inteligencia colectiva, así como la creatividad.

La tecnología como aliada

A esto se le suma el hecho de que la tecnología se ha convertido en una poderosa aliada para la educación, además de que los jóvenes han aprovechado las herramientas a su alcance para comprender más sobre su entorno, por lo que los videojuegos pueden ayudarles en su aprendizaje.

A través de los videojuegos, los estudiantes pueden obtener visiones alternativas del mundo, así como las que ofrecen las obras literarias. Con experiencias concretas, análisis y reflexión, los alumnos pueden debatir sobre las vivencias que tienen y aprender más al respecto, gracias a la naturaleza misma de los juegos, que ofrecen una interactividad y un entorno lúdico.

Aquí tenemos como ejemplos SimCityEDU y MinecraftEDU, versiones de Sim City y Minecraft que han sido adaptadas para el ámbito educativo. Aunque los jugadores ingresan a mapas originales de los juegos, aquí deben realizar una serie de tareas, además de invitar a la reflexión y la toma de decisiones por parte de los estudiantes.

Los juegos de azar también ayudan a las personas a comprender más de la probabilidad, a través de la experimentación y de la recopilación de información que se puede estudiar la probabilidad y la frecuencia con la que suelen ocurrir situaciones al azar.

Aquellos interesados en aprender sobre estos juegos pueden hacerlo, pues existen guías de juegos en las que se explica a detalle sobre estas actividades y las estrategias que existen.

España nos ha dado un claro ejemplo de la educación y los videojuegos. IESports, la liga de institutos puso en marcha desde mayo de este año su proyecto “Aprende con Gaming”, con la que invitaron a estudiantes, profesores y centros educativos a clases impartidas por docentes que pertenecen a la liga, con el fin de que se acerquen a los videojuegos y vean cómo sirven para aprender y educar.

A través de plataformas como Twitch, las lecciones virtuales y webinars fueron impartidos para ayudar a los estudiantes en matemáticas, física, ciencias e historia.

“EduGameDay

El pasado 13 de junio también se celebró el #EduGameDay, una jornada de videojuegos y educación en la que, de forma virtual, se explicaron los beneficios de los videojuegos en la educación. Bajo la organización de Microsoft, se les permitió a profesores y estudiantes acceder a MinecraftEDU para divertirse y aprender.

Instituciones como la Comunidad de Madrid o Asturias y Universidades como la Complutense de Madrid o la de Alcalá de Henares se han sumado a la tendencia y solicitaron a Microsoft licencias sin coste para que sus estudiantes puedan aprovechar esta herramienta y aprendan.

Un campo de oportunidad para México

Si bien el estudiar con videojuegos no es algo nuevo, en México no se ha profundizado lo suficiente con esta tendencia. Pese a esto, las tecnologías sí que han tomado un papel relevante para evolucionar la forma en la que funciona la educación a nivel nacional.

Al igual que han servido plataformas como Google Classroom y las clases virtuales, los videojuegos pueden convertirse en grandes herramientas para los estudiantes y profesores, quienes pueden aprovecharlos con fines didácticos.

Los videojuegos pueden generar un impacto en las personas y ayudarles a mejorar sus capacidades de aprendizaje, el desarrollo cognitivo, retención en la memoria a largo plazo, así como fomentar el trabajo en equipo y la motivación para conseguir objetivos.

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