Donald Trump en conferencia

La compañía que fabrica el desinfectante Lysol, numerosos médicos y científicos advirtieron al público que no ingiera o se inyecte este tipo de productos después de que el presidente de Estados UnidosDonald Trump, sugiriera que podría ser un tratamiento contra el coronavirus.

En el curso de su conferencia de prensa acerca de la pandemia de COVID-19, Trump especuló sobre supuestos métodos que podrían matar el virus, cuya infección ha afectado ya en Estados Unidos a más de 800 mil personas y ha causado casi 50 mil muertes.

“Supongamos que golpeamos al cuerpo con una luz, ya sea ultravioleta o muy poderosa y luego, digo yo, supongamos que llevamos la luz adentro del cuerpo, lo cual puede hacerse a través de la piel o de alguna otra forma”, indicó Trump en la rueda de prensa.

“Y, además -prosiguió-, yo veo que el desinfectante, que lo noquea (al coronavirus) en un minuto, un minuto, y si hay una forma de hacer algo como eso, inyectándolo adentro (del cuerpo), casi como una limpieza”.

“Porque, ustedes saben, se mete en los pulmones y hace un número tremendo en los pulmones, por eso sería interesante investigar eso”, añadió. “Habrá que usar a los doctores médicos pero a mí me suena interesante”.

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Donald Trump ayer en conferencia de prensa. Foto de EFE/ EPA/ MICHAEL REYNOLDS.

Llegaron las críticas

Las advertencias sobre lo insensato de la idea no se hicieron esperar entre la comunidad científica y el fabricante de uno de los desinfectantes más populares.

Reckitt Benckiser, la compañía británica que fabrica el desinfectante hogareño Lysol, se refirió en una declaración a “recientes especulaciones y actividades en los medios sociales” para negar que se pueda ingerir o inyectar.

Por su parte Esther Choo, médico de la sala de emergencias de la Universidad de Salud y Ciencias en Oregón, dijo a la cadena de televisión MSNBC que “la idea de introducir en el cuerpo algo que una toxina conocida como alcohol isopropilo o desinfectantes… esas son las cosas que nos preocupan que los niños puedan ingerir accidentalmente, o que personas que tratan de dañarse deliberadamente tragarían accidentalmente“.

Craig Spencer, médico de salud global en el Centro Médico de la Universidad de Columbia, en Nueva York, señaló que a él lo que le preocupa es “que muera gente por esto”.