El amor de verdad no conoce límites; 

ni la edad ni la distancia, pie el tiempo puede romper a ese puro sentimiento es capaz de lograr cosas maravillosas que de otra forma no podríamos explicarnos y esta historia es el más claro ejemplo. 

A sus 75 años de edad, Clair Vence, un residente de Pennsylvania, Estados Unidos, visitaba todos los días a su esposa Jeanne de 70, en un clínica a la que tuvo que ser ingresada pues sufría problemas de salud y movilidad. P

Desafortunadamente las visitas cesaron de pronto la semana pasada pues el enamorado hombre que llevaba más de 45 años de relación fue internado de emergencia al presentar síntomas de una enfermedad viral similar a la influenza. 

El estado de salud de Clair rápidamente se deterioró y lo llevó a la muerte, pero apenas unos minutos antes de que este triste momento llegara, él y Janne sostuvieron una llamada telefónica, la última de sus vidas.

Cuando Claire murió una de sus hijas le pidió a otra familiar que acudiera a la residencia donde Janne estaba internada para hablar con ella sobre lo sucedido, pero al llegar al lugar, el personal del establecimiento le informó que la paciente había muerto minutos antes, e incluso se sorprendieron de recibir la visita si no había nada programado y aún no hablaba con la familia sobre el fallecimiento. 

Una historia que se repite

Aunque la historia de Clair y Janne es bastante conmovedora y enigmática, esta no es a primera vez que algo así sucede. En abril de 2017 se dio a conocer el caso de Joyce y Frank de 96 y 97 años que murieron con sólo unas horas de diferencia en la misma habitación de hospital, tras haber estado casados por 77 años.