El caso de un bebé y un perro son encerrados en un auto le ha dado la vuelta al mundo, ¡Al chile Yucatán! Lo trae para ti
Uno de esos sucesos triste y que nos llena de impotencia ha vuelto a suceder, se trata del caso de un bebé y un perro son encerrados en un auto, aquí todos los detalles.
En Virginia, un bebé y un perro perdieron la vida luego de ser olvidados en un automóvil por más de seis horas, lo que llevó al arresto de la responsable.
Según lo informado por un oficial de policía durante una rueda de prensa, las autoridades recibieron un llamado alrededor de las 16:00 horas del martes para dirigirse al Hospital Bon Secours Mary Immaculate en Newport News.
En el lamentable suceso, el personal de la sala de emergencias encontró una bolsa de basura negra en la parte trasera del vehículo, dentro de la cual yacía el cuerpo de un bebé de 11 meses identificado como Myrical Wicker.
Las investigaciones revelaron que una niñera llamada Kristen Graham estaba a cargo del bebé.
Esta mujer de 40 años había cuidado al niño durante aproximadamente dos días, aunque en ocasiones se encargaba de él durante semanas consecutivas, según indicó un medio local.
Graham cerró las ventanas del automóvil, apagó el vehículo y dejó al perro y al bebé en el interior antes de irse a dormir. Más tarde, fue despertada por una llamada telefónica a las 14:30 horas.
En ese momento, salió para verificar al bebé, quien lamentablemente había fallecido, explicó. El bebé fue llevado primero a la residencia antes de ser trasladado al hospital.
Se informó que Graham fue arrestada en su hogar el miércoles y se le imputaron cargos por negligencia infantil, un delito de cuarto grado, y crueldad hacia los animales, una falta de grado uno.
El sheriff señaló que existe una alta probabilidad de que estos cargos se incrementen a homicidio una vez que se complete la autopsia del bebé.
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Documentos judiciales, citados por un medio internacional, indican que Graham está actualmente bajo custodia en la Prisión Regional de la Península de Virginia.
No se mencionó explícitamente si el calor desempeñó un papel en la muerte del bebé, aunque la temperatura alcanzó los 88 grados Fahrenheit (31 grados Celsius) el pasado martes.
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