Conocido como “El Asesino de Yosemite”; Cary Stayner diagnosticado con autismo, mató y abuso de cuatro mujeres
Los trastornos del espectro autista (TEA) son discapacidades que afectan el desarrollo y son causadas por diferencias en el cerebro.
Quienes padecen TEA, con frecuencia tienen problemas con la comunicación y la interacción social, así como; conductas o intereses restrictivos o repetitivos.
Sin embargo, en esta ocasión en la pura neta informativa te traemos la escalofriante historia de Cary Stayner, quien mutiló y violó a cuatro mujeres. El sujeto fue diagnosticado con autismo.
El asesino de Yosemite
Cary Anthony Stayner nació un 13 de agosto de 1961 en Estados Unidos. Su padre era responsable del mantenimiento en una fábrica, mientras que trabajaba en una guardería.
Este matrimonio dio a luz a cinco hijos, a quienes se les crió con creencias mormonas, donde las principales creencias eran; las buenas obras, el respeto por la autoridad y el trabajo misionero.
Sin embargo, la realidad era que esta familia era una disfuncional, ya que su árbol genealógico estaba plagado enfermedades mentales y abusos sexuales desde hacía cinco generaciones.
Su propio padre abusaba de sus hijas, algo que marcaría a Cary Stayner, y cuya conducta posteriormente heredaría.
Primeros años; Fantasías escalofriantes
Desde los siete años, Cary Stayner ya fantaseaba con cometer actos de violencia sexual, en donde secuestraba y mataba a las dependientas de un supermercado.
Años más tarde, a la edad de diez años trató de abusar de una de sus hermanas, también empezó a asechar a mujeres que lo rodeaban; primas, hermanas y vecinas.
A quienes graba mientras se desnudaban en el baño o en su dormitorio. Mientras que a los 12 años, fantaseaba con violaciones de mujeres en manada.
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Desaparición de su hermano
Otro de los eventos que marcaría a Cary Stayner fue la desaparición de su hermano; Steven, quien en ese entonces contaba con apenas siete años.
Fue secuestrado por el pedófilo Kenneth Parnell mientras regresaba de su escuela. Por su parte, Cary se sentía responsable de lo ocurrido por no haber podido proteger a Steven.
Pasaron casi ocho años hasta que finalmente Steven pudo escapar de su agresor, durante todo este tiempo Parnell abusó de él.
Steven; un héroe
Kenneth Parnell se llevó a Steven a otra ciudad, en donde lo presentó como su hijo; Dennis Parnell, a quien incluso metió a la escuela.
Aunque por las noches, Parnell abusaba de Steven durante los casi ocho años que Steven estuvo secuestrado.
Fue hasta 1980 que Steven, quien ya tenía 14 años, comenzó a notar que Parnell perdía interés en él, por lo que secuestró a otro niño de cinco años identificado como; Timothy White.
Steven no lo soportó, y un mes después aprovecho un descuido para escapar con el pequeño, a quien llevó a una estación de policía y contó todo lo que había vivido.
Cuando los medios se enteraron de su hazaña, muy pronto Steven se convirtió en un héroe nacional, la atención fue tal que; dio entrevistas, se escribieron libros sobre él y hasta se hizo una película.
Celos se apoderaron de Cary
En todo el tiempo en el que Steven estuvo desaparecido, Cary vivía angustiado y con un sentimiento constante de culpabilidad.
Por lo que se refugió en sus estudios, asistía a clases para niños superdotados y fue reconocido como el estudiante más creativo de la escuela.
Sus dotes artísticas también salieron a la luz, le gustaba el dibujo y las caricaturas, lo que le valió su propia tira cómica para el colegio escolar.
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Asimismo, era popular entre las mujeres, ya que era considerado como apuesto; metro ochenta, rubio, ojos color avellana y de lo más atractivo.
Sin embargo, cuando Steven regresó se apoderó de toda la atención. Tiempo después, Cary afirmó para una entrevista; “Nunca nos llevamos tan bien tras su regreso…”
“De repente, Steven estaba recibiendo todos estos regalos, toda esta ropa, toda esta atención. Supongo que estaba celoso. Estoy seguro de que lo estaba… Se podría decir que me pusieron en un segundo plano”.
Fue así que Cary se convirtió en la sombra de su hermano, pasó de ser un colegial brillante a abandonar los estudios y a saltar de un trabajo a otro.
La muerte de Steven
En 1989 Steven murió, esto tras sufrir un accidente mientras iban en su motocicleta, el percance ocurrió el 16 de septiembre de 1989.
Steven tenía 24 años y dejó huérfanos a sus dos pequeños hijos. Nunca quedó muy claro qué sintió Cary tras el fallecimiento de su hermano. Para algunos estaba devastado; para otros, aliviado.
Perdiendo la cordura
En 1991, un tío de la familia; Jerry Steiner, apareció muerto dentro de su casa. En ese momento, Cary vivía con él, por lo que la policía lo investigó.
Motivos para matarlo no le faltaban, anteriormente había asegurado que el hombre lo había violado a los 11 años. Su trabajo le sirvió de coartada. No se pudo probar nada y el caso quedó sin resolver.
Algo no andaba bien en la vida de Cary, el hombre había intentado suicidarse, poco después estuvo internado en un psiquiátrico y en el 97 quedó preso por tenencia de metanfetaminas y marihuana.
Al acecho
Finalmente en el verano de 1997 se mudó a una localidad de El Portal, a cinco minutos del Parque Nacional de Yosemite, para trabajar como encargado de mantenimiento del hotel Cedar Lodge.
Gerald Fischer, quien fungía como el director, en el joven a “alguien de confianza, siempre dispuesto a echar una mano ante cualquier problema”. Y es lo parecía, un hombre “totalmente inofensivo” hasta para su propia novia.
La mujer, quien también era empleada del recinto, y con dos niñas de 8 y 11 años, creía que Cary la amaba. Pero, en realidad, él solo planeaba el mejor modo de violarlas y asesinarlas.
Sin embargo, al no lograrlo decidió centrar su atención en las huéspedes que llegaban al hotel. Uno de sus primeros intentos se dio el 14 de febrero de 1999.
En ese oscuro día de San Valentín, Cary observó a tres menores en el jacuzzi del hotel y, cuando se disponía a asaltarlas, apareció el padre de una de ellas, por lo que abortó su plan.
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