En lo profundo de los montes y las milpas, ocultos a los ojos de la mayoría, se encuentra un misterio ancestral: Los aluxes
¿Qué es un Alux? Son pequeños seres mágicos que, según la leyenda, fueron creados por los antiguos mayas para proteger sus cosechas y ganado. Estos diminutos guardianes, que pueden ser tanto benefactores como traviesos, despiertan la curiosidad y el respeto de quienes conocen su historia.
Los aluxes, caprichosos en su naturaleza, se comportan según el trato que reciben. Ofenderlos o faltarles al respeto puede desencadenar consecuencias desastrosas, desde enfermedades hasta travesuras inquietantes. Sin embargo, aquellos que les brindan comida y amabilidad son recompensados con la protección de sus cosechas y la buena fortuna.
La creación de un alux es un ritual intrigante que implica la intervención de un jmen, un sacerdote o hechicero maya. Cuatro figurillas de barro, con ojos de frijol y dientes y uñas de maíz, son el lienzo para dar vida a estos seres. Cubiertas con cera de nueve colmenas y ungidas con la mágica bebida ba’alche’, estas figuras son vitalizadas con la sangre del dueño de la milpa. Este proceso asegura que los aluxes reconozcan a su protector y cumplan su misión como guardianes de las cosechas, finalmente, son enterrados en las cuatro esquinas de la milpa.
Aunque invisibles por naturaleza, los aluxes tienen el poder de asumir forma física cuando desean comunicarse o jugar con los humanos. Se visten como antiguos mayas y son del tamaño de las rodillas de una persona. Disfrutan de las bromas, pero también son sensibles y orgullosos, y no toleran que se tome algo de su territorio sin permiso, incluso una simple piedra o fruto. Las consecuencias pueden ser desde accidentes hasta maldiciones.
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Por lo tanto, la clave reside en tratar a los aluxes con respeto y gratitud. Ofrendas de comida, dulces, juguetes u otros tesoros son bienvenidas cuando se adentra en su territorio. Pedir permiso y hablarles con cortesía crea una amistad que trasciende lo humano, convirtiéndolos en aliados y protectores. Con su favor, los aluxes ayudan a garantizar cosechas abundantes, invocar la lluvia necesaria y ahuyentar a los intrusos.
Esta es la enigmática leyenda de los aluxes, los seres mágicos que residen en los corazones de los montes y las milpas, recordándonos que la naturaleza guarda secretos que solo los que muestran respeto y amabilidad pueden desvelar.
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