ver a las fantasmas

Un hombre intentó ver a las fantasmas a través de los ojos de los perros en el mero Día de los Muertos, el resultado fue fatal

Muchos le advirtieron que no debía intentar ver a las fantasmas a través de los ojos de los perros, pero él no hizo caso, el siguiente relato es la leyenda que se cuenta en Yucatán.

Esta leyenda, arraigada en el corazón de Yucatán, relata un acontecimiento vinculado al Día de los Muertos, celebrado el 1 y 2 de noviembre, durante la época en que los mayas poblaron la península de Yucatán. En esta festividad, los mayas erigían altares adornados con manjares y bebidas, destinados a alimentar las almas de los difuntos.

Sin embargo, uno de los habitantes de esta tierra deseaba saber si las almas de los muertos realmente descendían para saborear las ofrendas. Así, tras pensar sobre cómo podría atestiguar este misterio, una bruja le susurró que los perros tenían la facultad de ver los espíritus. Este hombre, ansioso por obtener respuestas, ideó un plan.

Así que luego de pensar mucho como poder ver a los muertos,  se le ocurrió que si frotaba los ojos de los perros con un pañuelo y luego lo tallaba en sus ojos lograría ver a los muertos.

Aunque algunos le advirtieron que no lo intentara por que le podía llegar a pasar algo malo, él solo hizo caso omiso.

Esa misma tarde, luego de poner un altar para que los muertos pudieran venir, se tallo los ojos con el pañuelo y después se escondió en un rincón de su casa a esperar que algo pasara.

No tardó en percibir una sinfonía de voces proveniente del exterior de su vivienda: mujeres cocinando, niños riendo y jugando. El miedo se apoderó de él, pero pronto algo más impactante ocurrió. La puerta se entreabrió, y una procesión de almas ingresó, dirigiéndose hacia el altar.

Entre los difuntos reconocía a su hermana, quien había fallecido tiempo atrás. Su corazón latía descontroladamente mientras su hermana se acercaba a él, reprochándole con voz angustiada:

-¿Por qué te has atrevido ha querer vernos? ¿Por qué lo has hecho?, ¡Por hacer esto tendré que llevarte conmigo!-.

Al amanecer del día siguiente, los vecinos, inquietos por la desaparición del hombre que había cometido tal temeridad, acudieron a su casa. Al entrar, quedaron estupefactos al hallarlo en un rincón, sin vida, con una expresión de horror que jamás borrarían de sus mentes.

Se sostiene que los perros tienen la facultad de percibir lo que para nosotros es imperceptible y que intentar ver el mundo a través de sus ojos lleva a experiencias inimaginables y perturbadoras, más allá de la comprensión humana.

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