A mediados del siglo XVI, Gonzalo Espinosa de Guevara llegó a la ciudad de México y lo hizo acompañado de su bella hija Beatriz, de  20 años, quien es la protagonista de esta sangrienta y meomrable historia.

La leyenda relata que Martín de Scópoli, un Marques italiano de Piamonte y Franteschelo, se enamoró perdidamente de ella, por lo que decidió matar a todos sus posibles pretendientes, para así asegurar que Beatriz se fijara en él, sin embargo, la joven decidió acabar con su belleza y así dejar de atraer a Martín, por lo que llenó un recipiente de metal con carbón y lo arrojó en dirección a su rostro.

A pesar de las quemaduras y de haber perdido uno de sus principales atractivos, Martín le confesó que la amaba por su interior, confesiones que le robaron el corazón a Beatriz, quien meses más tarde se casaría con el Marques.

Betty utilizó un velo blanco en el día de su boda, pero después siempre portó un velo de color negro, por lo que nunca nadie pudo volver a ver su rostro, aquel que robó los suspiros de los hombres de la época.

A partir de entonces, la calle donde vivió Beatriz se llamó la calle de la Quemada, aunque en la actualidad  es conocida como la 5a. calle de Jesús María.