El pueblo mágico de Jerez, Zacatecas es sede de una joya arquitectónica, como lo es el Panteón de Dolores, donde criptas y mausoleos de la antigüedad decoran el tétrico lugar, y aunque cada tumba tiene una historia peculiar, hay una especifica que causa escalofríos, es llamada: “La tumba de la llorona”.

El monumento funerario lo puedes encontrar en la entrada a la derecha, su aspecto es parecido al de una virgen, lo cual pudiera sonar reconfortante, si no fuera porque ella esta llorando y su rostro trasmite un profundo dolor. A esta tumba se le asocian manifestaciones paranormales, pues se dice que a pesar de que la llorona es de pierda, mueve sus manitas, lagrimea y cierra los ojos.

La leyenda cuenta que cuando la estatua cierra los ojos, significa que la Llorona salió a buscar a sus hijos….

Pues se cuenta que cuando vivía esta mujer, cometió un pecado imperdonable, asesinó a sus tres hijos de la manera más cruel, a dos de ellos los ahogó y al otro lo quemó, y aunque poco después se arrepintió, ya era demasiado tarde, fue condenada a llevar una pena que nunca iba terminar, incluso después de la muerte, pues los habitantes de Jerez han sido testigos de que por las noches desoladas, se escuchan desgarradores lamentos de una mujer que grita: “Ay mis hijos”.

Cuando se le ha descubierto a la estatua con los ojos cerrados, curiosamente los espeluznantes gritos hacen eco por el pueblo, es por eso la leyenda; sin embargo esta no acaba aquí, pues cuando la llorona anda suelta, los niños corren peligro, ya que si el fantasma se encuentra a un niño en su camino, piensa que ha encontrado a su hijo, pero cuando se da cuenta que no lo es, se lo lleva para hacerle lo mismo que a sus hijos fallecidos…