#MISTERIOS Uno de los episodios más oscuros en la historia es la Santa Inquisición , época donde miembros de la iglesia católica persiguieron, torturaron y mataron a miles de personas que ellos consideraban que sus acciones iban en contra de la fe cristiana. De esté horrible exterminio es que nace una escalofriante leyenda en el Museo de la Medicina Mexicana, antiguo Palacio de la Inquisición.

Se dice que este edificio, es uno de los más embrujados de la ciudad de México, pues dentro de sus paredes, es donde “el tribunal del santo oficio” llevaba a cabo los juicios y mantenía prisioneros a los “herejes”, que eran sujetos a las peores torturas que uno se podría imaginar, pues usaban métodos brutales como la rueda, máscara infame, doncella de hierro y muchos otros más; La mayoría de los instrumentos de tortura eran hechos para las mujeres.

Fuera del palacio, se encontraba la plaza de Santo Domingo, ahora la Alameda Central en el centro histórico, es ahí donde los condenados a muerte eran quemados vivos en la hoguera, y donde muchas de aquellas almas atormentadas aún se manifiestan, pues después de haber tenido una muerte espantosa, no han podido ir con Dios, a pesar de que murieron bajo su nombre.

En 1820 fue clausurado el despiadado tribunal, y por 34 años el edificio quedó en abandono, pues nadie quería comprarlo, debido a las leyendas terroríficas que giraban entorno al lugar donde habitó la muerte, pues se cuenta que se siente una energía muy pesada y negativa, y es foco de actividad paranormal, pues sombras deambulan entre los patios y pasillos durante la madrugada, hora en que los muertos andan sueltos.

Se relata del fantasma de una mujer, que se presentó en diversas ocasiones ante el personal de seguridad, ella se aparecía lamentándose, y pedía que la dejasen en paz, pues su cadáver estaba en exhibición en la entrada del museo de medicina, ella pedía y probablemente aún lo siga haciendo por una cristiana sepultura.