En las últimas semanas han aumentado los reportes sobre la presencia de serpientes en zonas habitadas de Mérida, pero, de acuerdo con Julián Escalante Chan, uno de los coordinadores del Grupo para el conocimiento y la protección de los anfibios y reptiles Yuumil Kaan, es algo normal en esta temporada por dos causas principales: las lluvias inundan los nidos de los ofidios y éstos salen en busca de parejas para aparearse.

En una entrevista, recuerda que en Yucatán hay 50 variedades de serpientes registradas y sólo cinco son consideradas letales para el ser humano.

Explica que por lo general los ejemplares que son vistos en la periferia de Mérida —es algo más común en asentamientos nuevos, donde antes los reptiles tenían su hábitat—no son de riesgo potencial para las personas, pero hay algunas partes —como San Pedro Cholul, por citar un ejemplo— donde sí podrían encontrarse variedades venenosas porque en esas zonas hay más vegetación.

La mayoría de los ofidios hallados son inofensivos, recalca, pero aun así se recomienda a los vecinos que no se acerquen a ellos y reporten la situación a la delegación de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Dirección de Siniestros y Rescate de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), instancias que se encargan de atender estos casos. No se les debe matar.

De ser posible, agrega, le toman una fotografía para que los expertos puedan identificar a esos reptiles antes de que llegue el auxilio, a fin de que se verifique si es una variedad venenosa o no y se oriente a las personas sobre los pasos a seguir.

El biólogo Escalante Chan recalca que generalmente las serpientes están “de paso”, en busca de refugio o de pareja.

“Como ha habido mucho calor, se resguardan porque no soportan las temperaturas extremas”, apunta. “Muchas se ocultaban en hondonadas, que se inundaron con las lluvias, y esto las obligó a salir en busca de nuevos refugios”.

“Además, estamos en una temporada en la cual algunas especies buscan pareja para reproducirse. Por eso puede haber más desplazamientos que hace unos meses”.

Independientemente de esos factores, señala que con la lluvia salen también ranas, sapos y lagartijas que se convierten en alimento de las culebras, para que éstas lleguen fuertes al proceso de apareamiento. Otras presas son crías de zarigüeya.

En cuanto a la aparición de las serpientes en zonas habitadas por familias, dice que una de las causas es que aquéllas, al dejar sus nidos inundados, buscan áreas húmedas donde se puedan esconder y encontrar su alimento, como jardines, bodegas y otros lugares

También explica que las serpientes que más se encuentran en la ciudad son boas, incluso crías, que son totalmente inofensivas.

El entrevistado agrega que Yuumil Kaan recibe cada semana de dos a cinco reportes sobre la presencia de serpientes en zonas habitadas —el Cuerpo de Bomberos de la SSP recibe de 10 a 12 al día en esta temporada de lluvias— y ayuda a los vecinos a identificar al ejemplar para saber si es letal o no, a fin de que sepan cómo actuar.