abrió los ojos
Imagen ilustrativa

Una verdadera historia de terror que Jerónimo G. cuenta, tras mantener a su mamá muerta tres días en su casa, pues no había turnos para cremarla

“Mi madre falleció desde el martes en la mañana, desde entonces comencé el trámite para cremarla y hasta hoy lo pude hacer porque no hay espacio”, Jerónimo Gutiérrez, deudo. Su mamá permaneció muerta, tres días en la casa.

Debido a la alta demanda que están teniendo los hornos crematorios de la CDMX, en medio de la pandemia de coronavirus y los fallecimientos diarios, no había lugar para incinerarla, había que esperar el turno.

Los hornos de incineración están al límite en el panteón San Nicolás Tolentino, por ello Jenaro Gutiérrez mantuvo el cuerpo de su mamá durante tres días en su casa.

Te podría interesar Enfermera que no se jubiló por vocación, muere contagiada de Covid-19

Al fin pudo cremar a su madre…

“Esto es un martirio para los familiares sabiendo que ya no está”, que no hubo nada que hacer y que ni siquiera se le puede dar un servicio digno de despedida.

Comentó que en el panteón San Nicolás Tolentino nada más están dando 16 fichas por día. Pagaron diez mil 800 pesos por todo el servicio; “morirse cuesta, hay que tener un ahorro”, dijo.

En este panteón de la alcaldía Iztapalapa ayer continuaban largas filas de carrozas para cremar y sepultar a los difuntos.

Síguenos en ¡Al chile! Facebook