Ticul, Yucatán- Una mujer de 32 años de edad denunció una posible negligencia medica por parte del personal del Hospital Comunitario de Ticul .

El pasado 30 de enero la mujer perdió a su bebé de 38 semanas de gestación, luego de que se le practicara un parto natural cuando ya le habían dicho que, por el tamaño del bebé y de acuerdo a los estudios realizados, su hijo nacería por cesarea.

La mujer, quien padece de diabetes y presión alta, dijo que fue regañada al momento del alumbramiento pues “No estaba ayudando, ni dando de su parte” pero afirma que ya no podía más.

Al asomarse la cabeza del bebé, señala, el doctor habló a otros más para que lo apoyaran, pues por su tamaño no podía salir completamente. “Cada uno me tomó de las piernas e incluso uno subió casi sobre mi barriga para presionarlo”

Luego de media hora por fin nació el bebé, pero la mujer no escuchó el llanto de su chiquito y una hora más tarde le informaron que había fallecido.

“Si tan solo me hubieran practicado la cesárea, el bebé estaría sano. Yo fui ahí para salir con mi bebé en mis brazos, no en un ataúd”