Baby Shark

Tres personas presentaron una demanda contra empleados de la cárcel del condado de Oklahoma, ya que utilizaban la canción Baby Shark como método de tortura

Los empleados mantenían a los sospechoso esposados mientras que la canción “Baby Shark” sonaba una y otra vez.

Son tres exreclusos que demandan a los empleados con el apoyo de sus abogados, apelando a sus derechos civiles, según informó el periódico The Oklahoman.

¿Quiénes son los demandantes?

Daniel Hedrick, Joseph “Joey” Mitchell y John Basco demandaron a los comisarios del condado de Oklahoma, al jefe policial Tommie Johnson III, al fideicomiso de la cárcel y a dos antiguos custodios, describiendo sus tácticas disciplinarias como “eventos de tortura.”

¿Baby Shark, tu,tu,tu, tortura?

Una investigación criminal realizada el año pasado determinó que al menos cuatro reclusos fueron sujetados a una pared, con las manos esposadas por la espalda.

Mientras la canción sonaba una y otra vez a un alto volumen durante horas en dos incidentes separados en noviembre y diciembre de 2019.

En la demanda, los abogados calificaron la reproducción continua de “Baby Shark” como un conocido recurso para atormentar.

Destacaron que en West Palm Beach, Florida reprodujeron la canción infantil a todo volumen a las afueras de un centro de eventos en 2019 para evitar que los indigentes pasaran ahí la noche.

Demandan pero también son acusados

El cuarto exrecluso de la cárcel, Brandon Newell, no se unió a la demanda ya que fue condenado por asesinato en primer grado un mes después del incidente de “tortura”.

Por lo que sentenciado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional

Como resultado de la investigación, dos exempleados de la prisión, Gregory Cornell Butler Jr. y Christian Charles Miles, ambos de 21 años, y su supervisor, Christopher Raymond Hendershott, de 50 años, fueron acusados de delitos menores de crueldad hacia un preso y de conspiración.

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Con información de: Yucatán.com