Una enfermedad degenerativa hace poco probable que Becky Aspinall, de solo 33 años, pueda llegar lúcida a diciembre

Becky Aspinall, una mujer inglesa de 33 años, pidió como su último deseo antes de perder la conciencia y morir adelantar la celebración de Navidad para poder pasarla de manera lúcida con único hijo, Alfie. Cuando estaba embarazada de su retoño, de ahora 13 años, le diagnosticaron la enfermedad degenerativa de Huntigton y su salud ha empeorado considerablemente.

La enfermedad hace que se desgasten las células nerviosas del cerebro, provocando movimientos descontrolados y desequilibrio. Al empeorar, la paciente sentiría imposibilidad de caminar, hablar o comer.

Está en etapa terminal

Lamentablemente, ella ya está en etapa terminal: ha pedido ser alimentada por sondas y solo ser tratada con cuidados paliativos.

“Desde que fue diagnosticada, se ha deteriorado con los años”, dijo la mejor amiga de Becky, Kirsty Smith, al medio ECHO de Liverpool. “Eso significa que está al final de su vida”, añadió.

De igual manera, no es posible saber exactamente cuándo Becky dejará de existir, pero los médicos coinciden en que dificilmente llegue a las fiestas de fin de año.

Los planes que tenía la familia, ir a Winter Wonderland de Londres en Navidad para celebrar con Becky, se han visto frustrados. Por ello, Lisa, su madre, y su padrastro decidieron ambientar su hogar en Oxton, Inglaterra, con luces y adornos navideños para celebrar este fin de semana que viene.

Madre pide celebrar Navidad por adelantado antes de morir

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Ha estado en reposo

Durante los último ocho años, Becky ha estado en una casa de reposo. Pero, por la pandemia del coronavirus, solo la pudieron ver a través de una ventana y no han logrado compartir tantos momentos como antes, sobre todo en las últimas fiestas de fin de año.

En libertad

Sin embargo, los cuidadores accedieron a dejar a un lado las normas para dejarla salir para que festeja este fin de semana la Navidad, debido son sus últimos deseos de vida.

Alfie, su hijo, nunca había podido estar con su mamá en esta fecha.

“Conozco a Becky desde la escuela y ahora soy enfermera, es triste pensar que vivimos vidas completamente diferentes y que ella no ha tenido el mismo tipo de vida”, expresa Kirsty antes de pedir la ayuda de quien quiera colaborar con su amiga.

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