Una joven volvió a abrir el debate sobre si se debe o dejar propina o no en los restaurantes.
Puerto Rico.- Una vez más, una mesera ha puesto sobre la mesa el debate sobre si los comensales deben dejar o no propina en los restaurantes o luego de un servicio, luego de que se grabó llorando porque después de atender a un grupo de personas, no le dejaron nada de nada.
Los hechos ocurrieron en Puerto RIco, luego de que la joven identificada como a Joyce Ferrer subió un video a su cuenta de Instagram en la que, mientras lloraba un mar de lágrimas, se dijo indignada pues luego de atender a unos comensales que consumieron poco más de 100 dólares (alrededor de 2 mil pesos mexicanos), no le dejaron propina, situación que se le hizo un tanto injusta.
No le dieron ni las gracias, aseguró la joven
En medio del llanto la joven aseguró que estaba consciente de que nadie la obligaba a ser mesera,pero aún así, reconoció que le dolía el trato que se les da.
“Yo sé que a mí nadie me obliga a ser mesera. Tanta mierda que está pasando ahora, que están pagando una miseria… a mí no me pagan una miseria como en otras compañías. En esa parte yo no peleo, en lo que yo cobro. Lo que me molesta son los clientes, mira cómo me ponen, yo no puedo creer que me jo** con un mesa”, dijo entre lágrimas.
Añadió que al momento de atender a sus clientes, en ningún momento fue grosera y que por el contrario pensó que su servicio había sido de lo mejor a comparación de otras situaciones, pues incluso ofreció un descuento porque uno de los platos que llevaba estaba frío y que también cambió.
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“Los traté súper bien, súper amables ellos, y la cosa es que se quejaron del arroz, estaba frío –y lo cambié –. Lo hice porque a mí no me gusta estar comiendo y que haya problemas en la mesa, con los platos de los demás o el mío. Fui con el chef para comentarle la situación y pedí que les hicieran un descuento, pero ellos contestaron que eso no era culpa mía y que estuviera tranquila”, dijo.
FInalmente la joven aclaró que el problema no era el tema de la propina como tal, sino que hizo de todo para que los comensales salieran contentos y ni así le agradecieron; ni con palabras ni con propina.
“La persona me pide la cuenta, se la cobró mi hermana y no puedo creer que el ticket era de 100 y no me dejaron ni un p*** dólar.
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