La Ley Federal del Trabajo se encarga de entregar al trabajador que despidieron, una cierta cantidad correspondiente a su labor en dicha empresa.
Sin duda alguna, que te despidan de tu chamba es un trago muy amargo, sin embargo existen muchas formas que protegen el hipotético período de transición que necesitarás un nuevo trabajo, y eso esta en la ley.
Es importante que te informes lo mejor posible para que no te agarren desprevenido y puedas “armarte” con los mejores argumentos posibles.
Todo parte de una premisa primordial, debes saber el porqué de los hechos, si no te dicen la razón de tu separación de dicho lugar de trabajo debes preguntarla a toda costa.
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Razones que justifican un despido
- Que la empresa te rescinda el contrato por motivos que no tienen que ver con tu desempeño, como es el caso de la reestructura de un área, el cierre de la empresa, o la desaparición del puesto.
- Que tu decisión de renunciar sea a causa de una falta grave cometida por la empresa, de acuerdo con el Artículo 51 de la LFT, entre las que se cuentan la reducción de su salario (fracción IV) o que se le exija “la realización de actos, conductas o comportamientos que menoscaben o atenten contra su dignidad” (fracción IX).
¿Qué te corresponde en caso de despido?
- 3 meses de salario por indemnización
- 20 días de sueldo por cada año trabajado
- Prima de antigüedad equivalente a 12 días de salario por cada año trabajado
- Pago de partes proporcionales de aguinaldo
- Vacaciones y prima vacacional
- Otras prestaciones acumuladas por el trabajador que no hayan sido liquidadas por el empleador.
Ojo, si algo de todo esto falla o no cumple con lo necesario, lo mejor es no firmar ningún tipo de documento, ya que al momento de hacerlo la empresa queda deslindada de cualquier responsabilidad.
Ahora, si te despidieron injustificadamente, tienes todos los argumentos para irte a juicio y lograr un objetivo mucho más amplio.
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